La Crisis Griega fue analizada por un docente de la FACE‏

El mundo hoy habla de la dramática situación que vive Grecia; con una deuda que es impagable financieramente en los términos que se han impuesto y que atenta contra la soberanía de una nación, que lleva ya siete años de lo que llaman “políticas de austeridad”. Esto conlleva, a su vez, a que decrezca su PBI y por consiguiente sea una nación mucho menos productiva», afirmó el profesor Hugo Ferullo, en su conferencia “¿Qué puede aprender Argentina de la Crisis Griega y la Troika? Reflexiones sobre Soberanía, Endeudamiento y Plutocracia”, que se desarrolló en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT.

Continuó desarrollando en su exposición acerca de una política que no está dando resultados en Grecia y la analogía con la Argentina, un país con un PBI, no mucho mayor al de Grecia; la búsqueda de autonomía y de decisiones políticas en un mundo complejo y con una lógica difícil de entender, en manos de expertos despojados de todo debate y compromiso público.

Alumnos y docentes de nuestra Casa escucharon al Doctor en Economía en la Universidad Lumiere Lyon 2, quien se retrotraía a la crisis Argentina del 2001 y explicaba las similitudes y diferencias entre nuestro país y el griego, en busca de una enseñanza, para tratar de entender las condiciones que demarcan las posibilidades sociales de desarrollo económico en la actualidad.

Mereció un punto especial en la disertación el llamado «Troika, que en el periodismo hace referencia al Banco Central Europeo, la Comisión Europea y al FMI, como una triple institucionalidad, que deviene en la imposición de directivas, aun habiendo entre ellos muchas diferencias». Por ejemplo, asevero Ferullo, “desde el FMI, están convencidos de que Grecia, no puede pagar su deuda en los términos exigidos, pero tampoco ponen una voz decidida, ni toman posición a favor de una reestructuración de la deuda (con quitas, con un año de gracia)”.

Lo que pasa en la gobernanza de la economía mundial a manos de expertos, que se manejan con lógicas difíciles de entender, nos lleva a repensar como podría insertarse nuestro país en las finanzas globales, manteniéndonos en un marco democrático y participativo.