CE&I – Capitalismo, Empresa e Individuo. Colaboración Prof. Miguel Pero

CE&I – Capitalismo, Empresa e Individuo

TEXTO: THE CASE AGAINST EDUCATION. Why the Education System Is a Waste of Time and Money. Bryan Caplan – Princeton Press 2018. –

Miguel A. Pero – Marzo 2018

Un texto provocador, alienante en el que se desafía el postulado convencional que la educación es un factor de peso en la creación de capacidades para un desempeño laboral exitoso.

El autor, un economista, confronta en el texto, con argumentos y estudios empíricos dos teorías referidas al rol de la educación:

  • Teoría del Capital Humano: La educación y el aprendizaje de capacidades relevantes al trabajo, paga en el sentido de posibilitar retornos relativamente elevados.
  • Teoría del Señalamiento: La educación y el aprendizaje (generalmente efímero) de conocimientos y capacidades aún irrelevantes, paga en el sentido de posibilitar retornos relativamente elevados.

Bryan Caplan es sostenedor de la Teoría del Señalamiento, y su tesis es que el rol principal de la educación es meramente señalar que se poseen ciertas capacidades que podrían ser útiles al desempeño laboral, estableciendo una virtual y casi plena desconexión entre aprendizaje e ingresos. En pocas palabras, lo importante para acceder al puesto o labor es la tenencia de un título o diploma (cuánto más elevado, mejor) no importando si el portador del título o diploma tiene los conocimientos relevantes al puesto o trabajo.

Según el autor, los empleadores están dispuestos a pagar relativamente más a los portadores de un título o diploma, porque el mismo es un filtro y un sustituto de mediciones o indicadores de atributos pertinentes y relevante al desempeño laboral exitoso: Inteligencia, Responsabilidad y Conformidad con las normas sociales.

Bryan Caplan, demuestra con estudios empíricos que una gran parte de la educación que se imparte es no relevante desde el punto de vista de enseñar conocimientos o capacidades pertinentes a un desempeño en el mercado de trabajo; demuestra que los estudiantes aprenden muy poco de lo que se enseña y que, los conocimientos y capacidades que se pudieran adquirir son de duración efímera y se diluyen con el tiempo.

En la tabla que se despliega a continuación se presentan las principales proposiciones de ambas teorías: Capital Humano vs Señalamiento:

Table 4.3: Signaling in Sum

 

TEMA QUE DICE LA TEORIA PURA DE CAPITAL HUMANO QUE DICE LA TEORÍA PURA DE SEÑALAMIENTO VENTAJA PARA CUAL?
Conexión Aprendizaje Ganancia Sólo paga el aprendizaje relevante al puesto El aprendizaje irrelevante también paga, siempre que esté correlacionado con productividad Señalamiento
Exclusión de Grado Universitario Las universidades impiden la asistencia no oficial (no inscriptos) de manera que los estudiantes actualmente pagan aranceles Las universidades ignoran la asistencia no oficial porque el mercado no la remunera de ninguna forma. Señalamiento
Fracaso vs Olvido Los empleadores retribuyen a los trabajadores sólo por el trabajo de educación que todavía conocen o recuerdan Los empleadores también pagan a los trabajadores por el trabajo de educación que solían conocer. Señalamiento
Facilidad; Clases Canceladas y Oportunismo o Burla Los estudiantes se preocupan sólo por las habilidades que son vendibles, no por los requerimientos de graduación, o títulos. Los estudiantes se preocupan sólo por los requerimientos de graduación y títulos, no por las habilidades vendibles Señalamiento
Efecto Cuero de Oveja Los años de graduación no serán especialmente lucrativos Los años de graduación (finalización) pueden ser especialmente lucrativos Señalamiento
Empleo Inadecuado Los grados, títulos o diplomas requeridos para obtener el puesto dependen solamente de las habilidades requeridas para hacer el trabajo Los grados, títulos requeridos para obtener el puesto aumentan cuando esos títulos se hacen más comunes. Señalamiento
Aprendizaje de los Empleadores Los empleadores instantáneamente descubren y recompensan la verdadera productividad del trabajador Los empleadores nunca descubren o recompensan la verdadera productividad del trabajador Señalamiento
Retornos personales vs nacionales de la educación La educación enriquece por igual a los individuos y las naciones La educación enriquece a los individuos pero, no a las naciones Señalamiento

Comentario MAP. Hasta aquí, qué inferencia podría hacerse en función de lo argumentado por Bryan Caplan? Una posible es que: si el rol dominante de la educación coincide con lo propuesto por la Teoría del Señalamiento: la educación mayormente señala o certifica que se poseen en forma presunta, capacidades o atributos que son relevantes para un desempeño exitoso en el trabajo entonces, podría haber formas más económicas y también más efectivas de hacer ese señalamiento o certificación y no el ingente y enorme gasto que significa el sostenimiento de un sistema educativo por demás extenso en el tiempo y que, en suma termina impartiendo conocimientos o capacidades no relevantes y efímeras.

EXTRAÍDO DEL CAP. 05 – Who Cares If It’s Signaling? – The Selfish Return  to Education.

En este capítulo el autor, estudia el Retorno de la Educación desde la perspectiva del individuo o persona. El enfoque es un cálculo de una tasa de Retorno Financiero, vía actualización de Ingresos Incrementales debidos a la Educación vs. Costos Incrementales de Educarse (fundamentalmente la pérdida de ingresos por estudiar). Para ello el autor pondera una gran cantidad de variables, incluso la opción de contraer matrimonio, (el estudio es muy relevante para aquellos interesados en el cálculo de retornos de la educación). Aquí sólo se transcribirá (traducción) los consejos que como resultado de su análisis Bryan Caplan proporciona a un estudiante prudente.

Guía Práctica para Estudiantes Prudentes.

Los profesores odian cuando los estudiantes gruñen, “no puede Ud., decirnos cuál es la respuesta?”. Para un académico, una solución corta, dulce, es indecente a menos que esté vestida de una extensa explicación. Sin embargo, para las decisiones educacionales los intereses en juego son tan elevados que yo (BC), estoy dispuesto a dejar a un lado la decencia. Y desde que mis cálculos incluyen valores no monetarios, el consejo es más fuerte de lo que suena. El mundo está lleno de sucesos, cada individuo es único, ninguna estrategia es infalible y toda generalización tiene excepciones, pero algunos caminos académicos son más prudentes que otros. Digamos…

Concurra a la escuela media superior, salvo que sea un terrible(muy malo) estudiante (o no desee una carrera de tiempo completo). La escuela secundaria (media superior) es un buen negocio para casi todo estudiante que desee un empleo de tiempo completo después de la graduación. Desde el primer día de escuela, los estudiantes Excelentes, Buenos, Razonables y aún Malos (Bajo rendimiento) pueden contar con un Retorno de Graduación de al menos 5%. Desde que los trabajadores sin experiencia y sin credenciales ganan bajos salarios, los adolescentes pueden económicamente apostar sobre su propio suceso académico aún si usualmente pierden la apuesta.

La retribución o paga de la escuela media superior permanece saludable aún en escenarios poco favorables. Si bien la escuela es menos fructífera para graduados universitarios confirmados, Malos Estudiantes y personas que odian sentarse en una clase, un Mal Estudiante masculino que no considera casarse y odia la escuela tiene un Retorno de Graduación de 4%. Hay sólo dos grupos que deberían saltar la escuela media superior en favor de trabajos de baja calificación. El primer grupo: Malos Estudiantes, que no planean un trabajo de tiempo completo luego de la graduación. El segundo grupo: estudiantes que son peores que los Malos. Si Ud., se encuentra en el 10 – 15% inferior de orden académico, sus chances de graduación son tan bajas que debería abandonar la escuela y empezar a trabajar. Cualquiera sea lo que haga, no se preocupe por un título equivalente o sustituto del cursado y grado convencional. Suena como recurrir a un camino intermedio, pero su principal función es decir a los empleadores; “Tengo el cerebro, pero no la fortaleza o el carácter para finalizar la escuela secundaria superior”.

Vaya a la universidad sólo si es un estudiante fuerte o un caso especial. La Universidad es un negocio redondo para Estudiantes Excelentes y Buenos que siguen tres reglas simples: Primero, elija un título o grado “real”. Carreras en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemática) son obviamente “reales”, también economía, negocios y aún ciencia política. Segundo, vaya a una escuela o universidad pública respetable. Probablemente sea gratuita y si no lo fuera Ud., recupera bien lo que paga. Tercero, trabaje en tiempo completo después de su graduación. Un trabajo irregular luego de graduado es como fallar en cosechar la mitad de lo que siembra. Aquellos que se apartan mucho de estas reglas se queman.

Para estudiantes débiles (no buenos), la universidad normalmente es un mal negocio. Si Ud., es un Estudiante Razonable, vaya sólo si es un caso especial. Buscará graduarse en algo como ingeniería?. Una escuela o universidad de elite milagrosamente ofrece una curricula fácil? Es Ud., una mujer que planea firmemente casarse? Entonces, no obstante su irregular rendimiento académico la universidad puede ser para Ud. De otra manera saltee la universidad y obtenga un trabajo. Finalmente, los Malos Estudiantes, no debería ir a la universidad, punto.

No busque u obtenga un master o título de posgrado a menos que se alineen las estrellas. Desde el día que empiezan un posgrado, aún los Estudiantes Excelentes pueden esperar un flaco Retorno de Graduación de 2.6%. Entonces, se debería inscribir sólo si tiene una poderosa razón-o varias buenas razones- para pensar que sorteará todas las chances. Para los que comienzan su capacidad académica debe superar lo Excelente. El fracaso en los programas de graduados es tan prevaleciente que sólo el 5-10% superior de la población puede esperar confidentemente, cruzar la línea final. La disciplina también importa de un modo enorme. Si bien los datos sobre ingresos de graduados por disciplina son escasos, hay poca duda que ingeniería, ciencias de la computación y economía tiene retornos mucho más elevados que artes, educación y antropología. Los últimos títulos tienen sentido sólo si Ud., es un fanático de su disciplina comparativamente a sus camaradas de posgrado. Finalmente, para las mujeres los planes maritales son también cruciales. Siempre que ella sea un Estudiante Excelente, el máster es un buen negocio para la mujer que contrae matrimonio, pero un pobre negocio para la mujer que permanece soltera.

Mi consejo, molesta a muchos de mala manera. Algunos lo desprecian como “elitista”, “odioso de la cultura y las artes”, o “sexista”. El rótulo correcto es cándido. No es mi culpa que las recompensas a la educación dependan de la graduación. No es mi culpa que el desempeño académico pasado sea un fuerte predictor de la graduación. No es mi culpa que los títulos en arte sean pobremente pagados. No es mi culpa que las mujeres casadas tengan mayor utilidad de la educación que las mujeres solteras. No es mi culpa que tantos posgraduados no trabajen de tiempo completo. Mi trabajo es reportar honestamente los hechos, especialmente los hechos que no son bienvenidos pero, de gran importancia práctica.

Ninguna de mis máximas asume que los seres humanos basen sus decisiones educacionales sobre cuidadosos cálculos del retorno sobre la educación. Todo lo opuesto. Si los seres humanos, basaran sus decisiones educacionales sobre cuidadosos cálculos del retorno de la educación, no necesitarían mi aconsejamiento porque, ya lo estarían siguiendo! Mi suposición más bien es que nuestras decisiones educacionales están profundamente corrompidas por la inexperiencia, la conformidad y el orgullo. Mi meta es ahorrar el tiempo, dinero y pena de los lectores eliminando o al menos restringiendo esta corrupción.

Comentario MAP. Las conclusiones o consejos expuestos por Bryan Caplan constituyen un fuerte argumento en favor de la selectividad y la restricción en el ingreso a la universidad. De acuerdo a su investigación, no todos están igualmente preparados y tendrán buena chance de recuperar la inversión que realizan en sus estudios universitarios. En la argumentación del autor, no hay una discriminación, sino una recomendación basada en un objetivo análisis de costo-beneficio desde la perspectiva del propio y único individuo.

EXTRAÍDO DEL Cap. 07: The White Elephant in the Room.

We Need Lots Less Education

 What I Really Think (Bryan Caplan)

Todas las veces que se encuentre del lado de la mayoría, es momento de hacer una pausa y reflexionar.

                                                                       -Mark Twain.

Este es un texto sobre política educativa y no de filosofía política. Mi recomendación política tope -austeridad- es menos confrontativa para algunas filosofías políticas que para otras. Sin embargo, cuando se compra mi tesis central-la educación tiene un bajo retorno social porque mayormente es señalamiento (signaling)– casi toda filosofía política urge hacer recortes. Liberales y conservadores se pueden tratar unos a otros como la encarnación del mal pero, ambos afirman que derrochar el dinero del contribuyente está mal.

No obstante, la filosofía política es de última inevitable, porque la filosofía establece presunciones. Algunas filosofías tienen una presunción en favor de la educación; otras en favor del status quo. Desde estas perspectivas el peso de la prueba carga sobre los defensores de los recortes. Este peso es soportable. Estimaciones del retorno social justifican con amplitud gastar un 20% menos en educación dada una presunción en favor de la educación o del status quo. Pero tales presunciones todavía bloquean reformas radicales porque hay mínimas experiencias concretas con reformas radicales. Podemos especular que recortar el gasto en 80% será un gran boon, pero cuando la carga de la prueba está contra Ud., la especulación no lo puede superar.

De todas formas, yo estoy a favor de las reformas radicales. Si bien no me opongo absolutamente a un apoyo del contribuyente para la educación, tengo una fuerte presunción moral contra el apoyo del contribuyente a cualquier cosa. Porqué? Porque tengo una fuerte presunción moral en favor de dejar solos a los otros-y considero a la imposición ser un ejemplo primario de fallar en dejar solos a los otros. Aún si un impuesto tiene pleno apoyo democrático, el peso de la prueba apropiadamente reside con la mayoría que desea aplicar el impuesto, no la minoría que se opone. Este peso, también es superable. Cuando la imposición es la única forma de evitar un claro desastre, impóngase el tributo. Pero, gravar con impuestos a la gente para fondear programas con beneficios sociales modestos o debatibles me impacta como profundamente erróneo.

Sé que el libertarismo no es parte del pensamiento político moderno. Si tiene curiosidad sobre porque nadie sería partidario de mi excéntrico punto de vista, traslado la tarea a Michael Huemer en The Problem of Political Authority. Todavía cuando los lectores preguntan: “Cuál es la política educativa ideal?” responder “Depende de su filosofía” es salirse por la tangente. Los lectores merecen una completa exposición aún si la misma proporciona una excusa conveniente para ignorar el centro no filosófico de mi caso contra la educación.

Considerando todas las cosas, yo estoy en favor de la completa separación del estado de la educación. Los gobiernos deberían dejar de usar el dinero de los impuestos para financiar la educación de cualquier tipo. Las escuelas-primaria, secundaria y terciaria-deberían financiarse solamente por aranceles y la caridad privada. Tales políticas (ausencia de políticas) son extremas aún para los estándares libertarios. La mayoría de los libertarios sueñan con un sistema de vouchers, en el que las escuelas son privadas, pero la financiación es pública. Sin embargo, para mi razonamiento, los vouchers-y más generalmente la “elección de la escuela” mejoran sólo marginalmente el status quo. Desde que la educación es mayormente señalamiento, el principal problema no es la baja calidad, sino la elevada cantidad. Las escuelas de América (USA), al igual que los estadios deportivos, son elefantes blancos. El principal inconveniente del masivo respaldo por los gobiernos no es que estos elefantes blancos estén pobremente administrados o sean no competitivos, sino que son demasiado numerosos y excesivo lujo o suntuosidad. El gobierno debería dejar ambas industrias (educación y deportes) al libre mercado y considerar a las quiebras masivas no como fallos del mercado sino correcciones del mercado.

La completa separación de la escuela y del estado puede parecer doctrinaria pero, tiene una ventaja pragmática sobre propuestas más moderadas. Citando al humorista P.J. O’Rourke, “Darle dinero y poder al gobierno es como darle whisky y las llaves del auto a un adolescente.” La educación financiada públicamente tiene un record muy malo, derrochando billones por año. La separación plena mantiene, en forma transparente, las no confiables manos del gobierno lejos del panel de control de la industria. En contraste, una política de “95% de separación” es difícil de monitorear dejando la educación abierta a un renovado abuso.

Los defensores de la separación de la escuela y el estado con frecuencia comparan su posición con la separación de la iglesia y el estado. La comparación es extraña, pero razonable. La religión apoyada por el estado tiene un registro terrible. Se podría responder limitando el gobierno a un “pequeño” rol religioso. Pero “pequeño” es confuso, y abierto al abuso. El curso más sensato es cortar el cordón entre el gobierno y la religión de una vez por toda. Oponerse a cualquier política religiosa del gobierno puede sonar dogmático en teoría, pero en la práctica funciona bien. Una vez que se acepta que el gobierno ha estado derrochando billones de dólares por año, la separación de la escuela y estado es una respuesta medida.

El caso contra la financiación por el gobierno de la educación primaria es definitivamente más débil que el caso contra la financiación de la escuela secundario y posterior. Desde que casi todos, en U.S.A, al menos empiezan la escuela secundaria, no hay una forma clara de calcular el retorno individual para los primeros grados. Si tuviera que dejarle a la educación financiada por impuestos un estribo final, yo elegiría un programa modesto de vouchers, con prueba de recursos o ingresos mediante, para la educación primaria. Todavía no haría mucha oposición si la excepción fuera herméticamente contenida. La caridad privada aparentemente hizo un buen trabajo educando al pobre en la Inglaterra y Estados Unidos del siglo diecinueve. Desde que la sociedad moderna es vastamente más rica, la caridad privada tiene mayor capacidad que nunca para rescatar al necesitado de la ignorancia. Sí, los vouchers son discutidamente un remedio más efectivo. Pero “discutidamente un remedio más efectivo” falla en superar mi fuerte presunción moral en favor de dejar sólos a los contribuyentes.

Está en desacuerdo? Casi todos lo están y eso es okay. Ud., puede rechazar mis escrúpulos sin rechazar mi historia. Ciertamente Ud., no necesita ser un libertario para comprar la ciencia social. Autobiográficamente mis dudas sobre el valor social de la educación, son muy anteriores a mi descubrimiento de la filosofía política. Qué es lo que minó mi fe? La experiencia de primera mano. Muy pronto después de comenzar el jardín de infantes, comencé a tomar conciencia, de una manera muy infantil, que nunca habría de usar la mayor parte del material que me enseñaban. No obstante, también sabía que me esperaba un futuro brillante siempre que me mantuviera en movimiento. Una vez que tuve suficiente edad para comprender que los empleadores son codiciosos pero no estúpidos, mi encuentro con el modelo de señalamiento fue casi inevitable.

 

EXTRAÍDO DEL CAP. 08: 1 > 0. We Need More Vocational Education.

…Históricamente, los maestros preparaban a los estudiantes para tres profesiones específicas: sacerdocio, abogacía y medicina. La currícula moderna es más versátil pero, ha cambiado mucho menos de lo que a los educadores les gusta pensar. Hoy, las escuelas preparan a los estudiantes para carreras como autores, poetas, matemáticos, científicos, artistas, músicos, historiadores, traductores y atletas profesionales. Sin embargo, la fracción de estudiantes que ingresan a estas ocupaciones es trivial. Contrariamente a la popular retórica pro educación, las escuelas dedican poco tiempo a las “habilidades generales”. En vez, los estudiantes pasan sus días para labores que son deseadas por pocos y que obtienen aún menos. Como un resultado, muchos abandonan la escuela media superior, la facultad y aún los estudios de posgrado con cero opciones de carreras realistas. Afortunadamente, la mayoría se recupera absorbiendo capacidades útiles en el trabajo. Inexcusablemente, una minoría de importancia no. Todos los años que los chicos pasan en la escuela son más que suficientes para enseñarle a cualquiera como hacer al menos un trabajo-y conocer un trabajo es vastamente mejor para el individuo y la raza humana que conocer ninguno. 1>0

La Juventud Reimaginada.

En las naciones atrasadas, la juventud trabaja. En las naciones avanzadas, la juventud estudia. Con el avance de la civilización, los jóvenes pasan más años sin un empleo pago. El temor moderno es que el trabajo interfiere con la escuela, nunca que la escuela podría interferir con el trabajo. Estas reglas están tan enraizadas que parecen ser leyes de la naturaleza.

La lógica es elusiva. A medida que la sociedad evoluciona, enseñarle al joven diferentes ocupaciones es de sentido común. Enseñarle ninguna ocupación y esperar que después de la graduación se adaptará al mercado de trabajo, eso, no es de sentido común. No importa cuán futurística se convierta nuestra sociedad. Hacer que los chicos estudien material irrelevante por más de una década es atemporalmente disfuncional.

Cuál es la alternativa?.  Rebootear (reiniciar)la educación vocacional. Apegarse a la currícula clásica en vez de tratar de pronosticar el mercado de trabajo es buscar las llaves bajo el farol de la calle porque ahí hay más luz. Seguro, enseñar las genuinas capacidades generales: lectura, escritura, matemática. Pero de otra forma, las escuelas deberían hacer educadas estimaciones acerca de las futuras oportunidades de carreras, medir las aptitudes de los estudiantes y después, exponerlos a ocupaciones plausibles. En vez de considerar al empleo juvenil como “explotación” o una riesgosa distracción de la escuela, deberíamos celebrar el trabajo como una educación vocacional en su forma más pura. Cuando el joven abandona la escuela para un trabajo full time, no deberíamos apenarnos. Tales chicos no curarán nunca el cáncer, pero al menos serán miembros auto-suficientes de la sociedad.

Es ésta una deprimente visión distópica? No totalmente. Visualice un mundo en que los jóvenes de 16 años tienen reales capacidades laborales y ganan lo suficiente para autosostenerse. Visualice un mundo donde los preadolescentes sin inclinación académica buscan ser aprendices y no delincuentes. Visualice un mundo donde los estudiantes encuentran sus lecciones o prácticas o interesantes. Si pudiéramos levantar una nueva generación productiva, involucrada, independiente no sería eso una gran  mejorar sobre la aburrida, infantilizada juventud actual?

En vez de temer un futuro distópico deberíamos avergorzarnos de nuestro distópico presente. En las sociedades modernas, los chicos orientados al logro, pasan casi dos décadas en la escuela. Muchos encuentran al currículum penosamente aburrido. Durante esta prolongada y no deseada penosa experiencia, los estudiantes son o pobres o financieramente dependientes de sus padres. Cuando finalmente se unen al “mundo real”, los graduados aplican sólo una muy pequeña porción de lo que estudiaron. Cuando tienen hijos, reexperimentan la extrema inmadurez de sus padres. Nuestro status quo no es 1984 o Brave New World. Pero si no estuviéramos acostumbrados a nuestro sistema educacional, quiénes lo desearían?

CONCLUSIÓN

La vasta mayoría de nosotros no tiene la capacidad cognitiva y de comprensión para reinventar la rueda. Sin educación, cada generación habría tenido que reinventar todas las ruedas. Esto no es exagerada pedantería. Los empleadores de los sectores público y privado pagan alegremente elevadas sumas por los trabajadores educados. Dada esa verdad, como puede alguien-y sobre todo un profesor-montar un “caso contra la educación”?

Concisamente: con toda su maravilla, la educación está groseramente sobrevaluada. Está groseramente sobrevaluada en los Estados Unidos y en todo el mundo. No se tiene que ser un profesor para verlo, pero sólo un profesor lo puede decir en forma creíble.

La sobrevaluación es muy grande desde un punto de vista social. Los estudiantes olvidan la mayor parte de lo aprendido, luego del examen final, porque no necesitarán conocerlo nunca en la vida real. Los proclamados dividendos sociales de la educación son mayormente ilusorios: los principales frutos de la educación no son la prosperidad amplia, sino la inflación de credenciales. Estrujando los números, la inversión social en educación rinde menos que guardar el dinero bajo el colchón.

La educación tiene mejores resultados desde un punto de vista individual, pero todavía no es lo que se pondera que sea. Si bien la escuela media superior paga bien para casi todos, la persona promedio no debería ir a la universidad (college). Es decir, el estudiante universitario promedio no debería ir a la universidad.

Qué es lo que hace verídica la regla? Primero: el sesgo de capacidad. El típico graduado universitario debe su suceso a un “dream team” de credenciales, inteligencia,  motivación y actitud, no sólo su diploma de grado. Segundo: la probabilidad de terminación o graduación. Comenzar la facultad, al igual que comenzar un negocio es una apuesta-con las chances a favor de los “nerds” y “las mascotas de los profesores.” Empujar el estudio universitario a la mayoría con tendencia al fracaso es una equivocación cruel.

Aún la educación está groseramente sobrevaluada desde una perspectiva humanista o “espiritual” Si bien grandes profesores, esporádicamente, inspiran un amor de toda la vida por las ideas y la cultura, muy pocos profesores son grandes. No se necesitan inteligentes estadísticas para probarlo. Suficiente con los hechos básicos. Si las escuelas determinaran todo el consumo de arte, elevada música y literatura clásica, todavía sería una pitanza. También están sobrevaluados los efectos de la educación sobre las actitudes políticas y sociales. El tiempo en la escuela hace poco para promover la ideología de izquierda o afectar los estilos de vida tradicionales. Si bien hay algunos creíbles efectos de pares, con frecuencia empujan en direcciones contraintuitivas. La educación hace que la gente aprecie más el capitalismo, no menos.

La educación es tan integral a la vida moderna que la damos por garantizada. Por supuesto la juventud, tiene que saltar a través de interminables círculos académicos para asegurar su lugar en la sociedad adulta. Así es como funcionan las sociedades civilizadas. Mi tesis, en una sola sentencia: las sociedades civilizadas giran en torno a la educación ahora, pero existe una forma mejor-más civilizada. Podemos cambiar tan pronto como los adultos colectivamente admitamos que estamos cometiendo infantiles errores. Tenemos que admitir que el éxito académico es una gran manera de obtener un buen trabajo, pero una pobre e inferior manera de aprender cómo hacer un buen trabajo. Si todo el mundo obtiene un grado universitario, el resultado no serán grandes trabajos para todos, sino una acelerada inflación de credenciales. Tratando de difundir el éxito con educación, se difunde educación pero no el éxito.

Hay alguna forma de redimir la educación, de hacer que esté a la altura de la propaganda que hemos soportado desde la niñez? Concebiblemente, pero citando a Eomer de The Lord of the Rings, “No confíe en la esperanza. Ella ha abandonado estas tierras.” La propaganda es demasiado jubilosa, triunfante, la realidad es demasiado tétrica. La respuesta prudente es actuar sobre lo conocido. Deje de tirar dinero bueno detrás del malo. Recorte los presupuestos de educación. Traslade el peso financiero de la educación de los contribuyentes a los estudiantes y sus familias. La educación, vocacional (profesional) es prometedora, pero salirse de la forma, es el lugar para empezar. Ocurrirá mucha educación vocacional si y cuando sus detractores retrocedan.

Miguel A. Pero

Marzo 2018