Desafíos para el desempleo juvenil

Desafíos para el desempleo juvenil

Publicado en La Gaceta, Actualidad, Economía, 16 Abr 2017, en: http://www.lagaceta.com.ar/nota/725867/actualidad/desafios-para-desempleo-juvenil.html

Matías Badano – Director de Foster Job

El boom tecnológico que se desarrolla a partir de internet altera todos los ámbitos y las tareas de la vida humana. En un entorno de cambio permanente, el mercado laboral no está exento de nuevas tendencias, impulsadas principalmente por las generaciones emergentes que promueven prácticas muy distintas a las tradicionales. El Teletrabajo, los negocios digitales, los espacios de trabajo compartidos -también denominados cowork-, el empleo por objetivos y el afán por emprender proyectos propios son algunos de los rasgos distintivos del ADN joven, que hoy está en alza.

La “Generación Google”, que encuentra todo a un click de distancia, demanda inmediatez y suele proyectar en el corto plazo. Lejos de generalizar, lo que intentamos aquí es sintetizar un escenario complejo para entender un poco mejor la dinámica de los cambios que registra el mercado laboral. Existe, sin embargo, cierta tensión entre el mundo de las organizaciones y los denominados Millennials (aquellas trabajadores nacidos entre 1981 y 1995, que tienen entre 20 y 35 años y que se hicieron adultos con el cambio de milenio).

En muchos casos, la cultura de las empresas no acompaña las necesidades de estos jóvenes, quienes piden aire fresco. Al mismo tiempo, los talentos juveniles que se quieren insertar en el mundo laboral no saben cómo dar sus primeros pasos, sobre todo al momento de entablar una relación de dependencia con las compañías del mercado.

Las universidades, intermediaras entre las empresas y los jóvenes, a veces pecan por la falta de reflejos ante el cambio de paradigma del mercado de trabajo. Las ofertas académicas, en términos generales, no variaron mucho en los últimos años, a pesar de que la tecnología modificó en gran medida la forma en que nos acercamos al conocimiento. La universidad enseña a aprender. Su función social es irreemplazable, aunque sí está claro que sólo sobrevivirán las instituciones educativas que sepan aggiornarse al mundo actual. Hoy existe un potencial de los jóvenes que todavía no es explotado por parte de las universidades a la hora de entablar lazos con las organizaciones, que luego integran a los estudiantes en el mundo del trabajo.

La situación es compleja, aunque también ofrece oportunidades. En la medida en que se articulen las empresas, las universidades y los jóvenes, el conflicto aparente puede transformarse en chances de progreso. Existen esfuerzos incipientes para unir las partes, aunque todavía falta mucho por recorrer. El desarrollo de nuevas plataformas para integrar a estos tres agentes es un buen primer paso.

Ante todo, lo más importante es derribar prejuicios. Los jóvenes tienen mucho que aportar, aunque también deben adaptarse al mundo corporativo y a sus reglas. Las universidades pueden ofrecer una mirada distinta, complementaria a su larga experiencia educativa. En la medida en que cada actor ceda un poco y aporte lo mejor de sí, los jóvenes estarán más incluidos en el sistema de trabajo y el desempleo juvenil, que tanto afecta América Latina, podría disminuir no sólo en Argentina, sino en todo el mundo.