El año de la disrupción digital

El año de la disrupción digital

 Publicado en La Gaceta, 12 Mar 2017, en:  http://www.lagaceta.com.ar/nota/721517/actualidad/ano-disrupcion-digital.html

NUEVO UNIVERSO. Las empresas necesitan de las nuevas herramientas digitales para interpretar los requerimientos de los clientes, y para mejorar sus procesos y resultados. empiricasgroup.com

CARLOS ARGUINDEGUI – DIRECTIVO DE ORACLE ARGENTINA, PARAGUAY, URUGUAY Y BOLIVIA – TÉLAM

En 2016 se produjo un hito trascendente en el mundo de los negocios. La irrupción de la transformación digital entró al ADN de las empresas y la influencia del sector tecnológico impulsó la creación de diferentes negocios. Pequeñas compañías, emprendimientos innovadores y grandes multinacionales fueron parte de este proceso. El tránsito a una era digital fue una pieza clave para generar la expansión, la solidez, el dinamismo y las mejoras constantes en todos los mercados e industrias, y también nuevos modelos de negocios. Por primera vez en la historia, la innovación y la transformación digital fueron un punto diferencial en el mercado, lo cual provocó un giro de 180 grados en el balance de poder entre las compañías y sus clientes.

En 2017 este camino hacia la digitalización de los negocios y de los consumos se incrementará, con lo cual se abrirán oportunidades para aquellas compañías, de todos los tamaños e industrias, que adopten esta transformación para ser más productivas. Es así como gracias al aumento de la productividad en las organizaciones, mediante el uso de la tecnología, los departamentos destinarán sus recursos de una forma más precisa, y tendrán la posibilidad de evolucionar hacia un modelo más estratégico y menos operativo.

Esta productividad generará recursos adicionales y liberará algunos que hoy pueden estar destinados hacia otros asuntos. Por eso es importante que las empresas innoven, que inviertan ese capital en lo que el cliente necesita, entendiendo sus necesidades pero sin descuidar los resultados propios.

Esta innovación debe surgir desde el interior de las empresas. Es decir que el equipo interno también tiene que adoptar esta transformación desde adentro y ser un factor de cambio. Cuando esto se logre, el cliente estará en el centro de la mirada de todos los empleados y, por ende, como objetivo prioritario de la compañía. Sin embargo, no sólo el sector empresarial se transformará en la era digital. A nivel mundial, las ciudades trabajarán para que la tecnología soporte problemáticas en términos de seguridad, de movilidad, de manejo de datos y de atención rápida.

Bajo este contexto, tanto ciudadanos como empleados públicos, tendrán la información disponible en cualquier momento y desde cualquier lugar, con tecnologías móviles que incrementan la posibilidad de ofrecer servicios y productos de manera ágil, sin necesidad de invertir altos costos o tiempo en su búsqueda.

La experiencia de uso será determinante en los procesos de compra, lo que conducirá a las marcas a tener clientes satisfechos. Con cada desafío que tuvo la economía en 2016, son muchos los aprendizajes que nacen respecto de la operación de los nuevos negocios. En base a esto, la planificación estratégica se volvió esencial para no decrecer en el mercado, ni perder espacio u oportunidades importantes dentro de la industria.

Para este año se espera la consolidación de la disrupción digital en las grandes y en las pequeñas empresas. Este proceso llevará a que sus sistemas internos de gestión evolucionen fuertemente para brindar a los clientes externos un beneficio entre costo y calidad.

También será un año de mucha rapidez en los cambios, con nuevos jugadores en los mercados, que hoy posiblemente no están en el radar de nadie. El reto que deben afrontar las empresas es ser parte de esta tendencia mundial y no quedarse afuera.

< PUNTO DE VISTA

Sin las empresas y los «Millenials» se acoplan, podría disminuir el desempleo juvenil 

MATÍAS BADANO – DIRECTOR DE FOSTER JOBS

El boom tecnológico que se desarrolla a partir de internet altera todos los ámbitos de la vida humana. En un entorno de cambio, el mercado laboral no está exento de nuevas tendencias, impulsadas por las generaciones emergentes que promueven prácticas distintas a las tradicionales. El teletrabajo, los negocios digitales, los espacios de trabajo compartido, el empleo por objetivos y el afán por emprender proyectos propios son algunos de los rasgos distintivos del ADN joven.

La “generación Google” demanda inmediatez y suele mirar el corto plazo. Existe cierta tensión entre las empresas y los “Millenials” (nacidos entre 1981 y 1995, son los jóvenes de entre 20 y 35 años). En muchos casos, la cultura de las organizaciones no acompaña sus necesidades.

Al mismo tiempo, los talentos juveniles que se quieren insertar en el mundo laboral no saben cómo dar sus primeros pasos, sobre todo al momento de entablar una relación de dependencia con las compañías del mercado. Lo más importante es derribar prejuicios. Los jóvenes tienen mucho que aportar, aunque también deben adaptarse al mundo corporativo y a sus reglas. La universidad puede ofrecer una mirada distinta, complementaria.

En la medida que cada actor ceda un poco, los jóvenes estarán más incluidos en el sistema y el desempleo juvenil podría disminuir, no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo.