El planeta saqueado:The plundered planet, Paul Collier

Miércoles, 16 de Febrero de 2011 12:36 | Escrito por hemeroteca |  |  |

FAC. de CIENCIAS ECONOMICAS – UNT

PROYECTO DE INVESTIGACION: Desarrollo Económico. Un enfoque interdisciplinario.

Texto: “The Plundered Planet”. Whay we must –and How We Can Manage Nature for Global Prosperity. By Paul Collier. Oxford University Press. 2010.

Comentario: Miguel A. Pero – Febrero 2011.

De haber en la FCE – UNT, un curso de Economía del Medio Ambiente, éste sin duda sería un texto a incluir en la bibliografía. Paul Collier, Profesor de Economía y Director del Centro de Estudios de Economías Africanas en la Universidad de Oxford y anteriormente Director del Departamento de Investigación para el Desarrollo delBanco Mundial, intenta en el marco y con los fundamentos del análisis económico, una explicación delproblema de explotación de los recursos naturales, sus implicancias para el desarrollo de los países máspobres del mundo, particularmente los del continente africano y también del pasivo natural que constituye laemisión de dióxido de carbono con su impacto en el calentamiento global. Su análisis en torno a las razones delsaqueo de los recursos naturales se completa con sugerencias sobre lo que sería una explotación, en términosde sostenibilidad y con un fundamento ético centrado en la responsabilidad de las generaciones presentes paracon las generaciones futuras. A continuación un resumen muy breve de los principales temas tratados en eltexto.

 

 

Comienza Collier con una precisión del concepto de “activos naturales”. Los recursos naturales, tanto renovables como no renovables, son categorizados como “activos” porque esencialmente tienen un valor en términos económicos, valor que según Collier es revelado básicamente por la tecnología y por tanto con un potencial de beneficios futuros[1] y “naturales” porque no son hechos por el hombre, condición que implica , en principio, que no son propiedad de nadie, por lo que de ser abundantes, visibles, disponibles, en ausencia de regulaciones, serán inevitablemente objeto de saqueos o explotación depredatoria. Esa condición de activos que se atribuyen a los recursos naturales, determina también para Collier que como tales (activos) pueden y deben ser usados en beneficio del hombre, por lo que la responsabilidad de la generación presente, no sería una de preservación o curadoría, (mantener el mundo natural en una condición sin cambios), que es lo que sostiene el ambientalismo extremo, sino una responsabilidad de custodia, por la que la generación actual puede beneficiarse de la explotación de esos activos, siempre que no sea en desmedro de los derechos de las generaciones futuras, a las que se debe compensar con la creación y/entrega de activos de valor equivalente[2]. O sea que para Collier, la sostenibilidad no implica preservación.

 

Su carácter de naturales o sea no hechos por el hombre, determina para Collier que un principio para sumanejo responsable sea la determinación de quiénes van a tener el derecho de propiedad (posesión, usufructo,goce y disposición) sobre los mismos. Según Collier, con relación a los recursos naturales no renovables, nodescubiertos que existen en el subsuelo de un territorio identificado como correspondiente a una nación o país, así como los recursos naturales renovables, que se encuentran en territorios nacionales, no de propiedadprivada, los beneficiarios de su disposición y goce son los propios habitantes del país o nación, actuales y futuros. Los representantes de esos habitantes son el correspondiente gobierno del país o nación, por lo queCollier, asigna para la gestión de los recursos naturales un rol protagónico, crucial al gobierno. En cuanto a losrecursos naturales, no renovables y renovables, existentes en aguas y territorios internacionales, su propiedaden términos de derecho de uso y goce, corresponde a la humanidad como un todo. Esto último plantea unproblema de quién o qué representa a la humanidad como un todo. Para Collier el único organismo que podría asumir ese papel sería la ONU sobre el supuesto que la gestión de esos activos (también pasivos) globales, requieren de una coordinación y cooperación global.

 

El saqueo o explotación depredatoria de los recursos naturales puede asumir dos formas 1) Cuando unos pocos (individuos, gobiernos) se benefician desproporcionada e injustificadamente en desmedro de los otros (los mas, individuos, gobiernos) que también tienen derecho al goce de esos activos y 2) Cuando las generaciones presentes explotan abusivamente los recursos naturales privando a las generaciones futuras del uso o goce correspondiente. En el primer caso, el saqueo es facilitado e implementado, básicamente por la corrupción, el favoritismo, los intereses sectoriales predominantes, todas situaciones que deberían ser solucionados por los gobiernos y entidades supranacionales con la imposición y supervisión de las “mejores prácticas” y sanción o castigo de las prácticas venales y/o corruptas. Estas prácticas venales y corruptas son denunciadas por Collier como uno de los principales motivos por los que los países pobres (particularmente africanos) no han podido beneficiarse de su dotación de recursos naturales para impulsar el crecimiento y desarrollo económico y social. En cuanto al segundo caso, el saqueo intergeneracional, Collier hace un razonamiento más complejo y sofisticado que confronta dos marcos éticos en la tarea de establecer un criterio de distribución intertemporal, uno el del Utilitarismo económico, universal y sujeto a necesidades y otro uno más popular, basado en los principios de proximidad y derecho de posesión.

 

Desde el punto de vista del utilitarismo económico, universal e igualitario, las generaciones futuras no cuentan en cuanto a la decisión de consumo, disposición o goce de los recursos naturales. El fundamento conceptual es que las generaciones futuras, con elevada probabilidad, sean más ricas que las actuales y como tales la utilidad derivada de un consumo de recursos naturales será menor que para las generaciones actuales, lo que justificaría una apropiación de los recursos naturales por las generaciones presentes. El marco que se opone con base en el sentido popular, por el que la gente ordinaria considera que, dado el carácter especial de esos activos (no hechos por el hombre) la generación presente sí tiene una obligación de preservación y/o compensación para con las generaciones futuras. Collier, se inclina por este último marco, referenciado como una ética de custodia.

 

En cuanto a criterios para una administración responsable y sostenible de los recursos (activos) naturales, Collier los divide en Recursos Naturales No Renovables (petróleo, minerales) y Recursos Naturales Renovables (peces, bosques), considerando también como caso especial el de un Pasivo Natural, renovable y acumulativo como las emisiones de Dióxido de Carbono y sus implicancias en el calentamiento global.

 

Con respecto a los Recursos Naturales No Renovables (RNNR), Collier desarrolla sus argumentos en pro de un manejo responsable (respeto por los derechos de las generaciones futuras), particularmente para el caso de los países del fondo de la pirámide (bottom billion), sobre todo países Africanos. En principio, Collier considera que no hay, con relación a la explotación de los RNNR por esos países un dilema o dicotomía entre crecimiento y desarrollo económico vs sostenibilidad ambiental. Para Collier, la explotación de los RNNR constituye la única vía de significación que les queda a los países del fondo de la pirámide para iniciar, impulsar y sostener una senda de crecimiento que conduzca a una mejora en el bienestar. El camino de la industrialización, la vía seguida primero por el Occidente rico y ahora por los países asiáticos, según Collier está vedada para los pobres países del fondo de la pirámide. La vía de la explotación de los RNNR, potenciada recientemente por el ascenso abrupto de los precios de materias primas (commodities), ha sido desaprovechado por los países del fondo de la pirámide, principalmente por la corrupción tanto de la clase gobernante, como de las empresas extractivas y errores de implementación originados en falta de conocimientos y capacidades requeridas. Collier sugiere una secuencia de decisiones que deben cada una y todas en suma, ser adoptadas e implementadas correctamente para posibilitar un aprovechamiento de las riquezas naturales, en beneficio tanto de los actuales como futuros habitantes. Esta cadena de decisiones consiste:

 

  1. Recolección de información sobre existencia, cuantía y valor de activos naturales en el subsuelo. Para Collier y a fin de evitar la tan frecuente asimetría de información entre las empresas extractoras y el gobierno local, las tareas de prospección y recolección de información son un bien público y deben ser efectuadas básicamente por el propio gobierno ya en forma directa o indirecta.
  2. Adjudicación de los derechos de extracción de los RNNR a empresas (generalmente firmas internacionales o globales), por un proceso de subasta que permita una revelación realista del valor de los RNNR.
  3. Diseño de un esquema de apropiación de valor de las riquezas naturales por el gobierno local, que combine pagos adelantados (signature bonus), gravámenes impositivos y/o regalías. Este diseño debe ser lo suficientemente inteligente, tanto para maximizar el valor que puedan ofrecer las empresas por los derechos de extracción como para proteger al gobierno de la volatilidad en los precios de las commodities, atendiendo también a los requerimientos de transparencia, puntos de control y veto, que eviten la apropiación indebida por funcionarios corruptos.
  4. Decisión de la cuantía que se va a consumir por la generación presente de los ingresos obtenidos por el gobierno provenientes de la explotación de RNNR. Dado el carácter de activos naturales no renovables (no sostenibles), la postura sobre este punto es que tales ingresos deben ser totalmente invertidos, vía la constitución de un Fondo de Riqueza Soberana, que en equivalente financiero colocado en los mercados internacionales mantenga el valor del activo para las generaciones futuras. Cuánto pueden entonces gastar los ciudadanos de hoy? El producto (interés) de la colocación en los mercados financieros internacionales del equivalente del valor de los activos naturales. Collier sin embargo plantea que para los países pobres del fondo de la pirámide, una aplicación de ingresos de esa forma (Principios de Ingreso Permanente, M. Friedman, y de Pajaro en Mano, FMI), no sería suficiente para países que necesitan un flujo de ingresos importante para solucionar problemas de hoy, el hambre entre otros. Collier elabora entonces el argumento que dado que las inversiones que se efectúen en el propio país van a rendir por encima del rendimiento en los mercados financieros internacionales, es posible que los países puedan destinar a consumo, inversión actual (no futura) una suma mayor a la recomendada por los principios de Ingreso Permanente y Pájaro en Mano, sin incumplir con su obligación ética de custodia para con las generaciones futuras.
  5. Desarrollo de la capacidad de selección e implementación de los proyectos de inversión doméstica (infraestructura y equipamiento) que con un retorno superior a los mercados financieros internacionales, constituyan la base para el impulso del crecimiento y desarrollo. Por encima, es necesario que se efectivice un marco institucional, se establezcan normas y procedimientos que impidan y/o hagan visible y punible los intentos de corrupción, muy previsibles en el enlace de dos industrias caracterizadas como las de mayor corrupción en el mundo, la industria de extracción de activos naturales y la industria de la construcción (Collier dixit)

 

En cuanto a la administración de los Recursos Naturales Renovables (RNR), Collier analiza particularmente el caso de los recursos ictícolas. Estos como otros (selvas y bosques) son recursos naturales renovables, sostenibles, debido a que la propia naturaleza los reproduce en forma recurrente, asumiendo para una reproducción sostenible un elevado stock de base. En principio, un consumo por encima de la tasa de reproducción, comprometería la sostenibilidad y afectaría los derechos de las generaciones futuras.

 

Con relación a los recursos ictícolas, Collier los agrupa en tres categorías, 1) los productos del esfuerzo del hombre, (granja de peces), que obviamente están protegidos del saqueo por la propiedad privada, 2) los recursos ictícolas existentes en aguas territoriales y 3) los recursos ictícolas existentes en aguas, mares internacionales. Estas dos últimas categorías son activos naturales, porque no tienen asignados derechos de propiedad. Estos derechos corresponden a los propios habitantes de los territorios nacionales y en el caso de los existentes en mares internacionales a la humanidad como un todo.

 

Con respecto a la administración de la explotación, bajo el enfoque de ética de custodia que garantice su uso y goce para todos los seres humanos, presentes y futuros, Collier particulariza en dos aspectos: 1) La adjudicación por los gobiernos y/o por la ONU, de los derechos o cuotas de captura, en un proceso de subasta abierto, sin privilegios o predeterminaciones, ni para la industria pesquera existente, ni para países particulares en el caso de los recursos naturales globales. 2) Determinación de la cantidad de captura, a partir del concepto del consumo sostenible, representado por la tasa de reproducción más la apreciación en el valor del activo. Un consumo o captura por encima de ese valor, debe ser compensado obligatoriamente a las generaciones futuras con un activo equivalente. Podría preguntarse porque no limitar el consumo o captura a la tasa de reproducción, lo que en un sentido físico concretaría la sostenibilidad del recurso. El razonamiento de Collier es que ante una población creciente y con un ingreso también en aumento, el recurso se va a hacer más valioso con el tiempo, por lo tanto, no habría razón para que la generación presente transfiera ese aumento en el valor a las generaciones futuras.

 

Está ya comprobado que uno, sino el principal factor determinante del calentamiento global y consecuente cambio climático, es la acumulación en la atmósfera de los gases invernaderos, el más importante, el Dióxido de Carbono, CO2. Esta emisión continua y con una tendencia hasta ahora creciente, es conceptualizada por Collier como un Pasivo Natural, un pasivo que como tal constituye una obligación que incluye un flujo y un stock (acumulativo) y natural porque es de carácter global y producto de actividades naturales (agricultura, ganadería) y también actividades del hombre (industria, transporte, generación de energía) y por su carácter natural y global, tampoco es imputable a individuo, firma o nación en particular.

 

Para Collier, la forma en que actualmente se está llevando a cabo el tratamiento del problema con sus expresiones, Kyoto, Copenhagen, constituye un ejercicio de moralismo (que retrotrae a la Edad Media) con su asignación de culpas y la compra de indulgencias (permisos de emisión) y de oportunismo por los lobbies de actividades agrícolas, particularmente y de naciones o países que se consideran víctimas y con derechos a proceder en la misma forma que los países occidentales ricos. Por el contrario, para Collier, la manera en que debería tratarse el problema es la conceptualización, diseño e implementación de un esquema correspondiente a un mundo eficiente con baja emisión de CO2. Con ese fin, considera que la vía de los Permisos de Emisión, negociables en el mercado, no es la más adecuada, conduciendo a situaciones de oportunismo, distribución desigual y conductas ineficientes desde el punto de vista de emisión. El significado de eficiencia se concreta en que toda industria, deba emitir en cualquier parte en el mundo, la misma cantidad de COpor unidad de output. Esto implicaría un desplazamiento de las industrias por el mundo, agrupándose (clusters) en localizaciones que hagan factible ese comportamiento eficiente.

 

El esquema que propone Collier se basa en una imposición o gravamen único y uniforme en todo el mundo por Tonelada de emisión de CO2  que todos y cada uno de los gobiernos deberían establecer a las actividades generadoras de Dióxido de Carbono. El valor de este gravámen se establecería a partir del objetivo de eficiencia y considerando que si la generación actual aumenta el stock acumulado de COdeberá compensar a las generaciones futuras y si lo disminuye tiene derecho a una compensación en sentido contrario. La asignación de este precio “sombra” negativo a la emisión de carbono, determinaría el cese de actividades intensivas en emisión como la minería de carbón y el desplazamiento de las industrias hacia fuentes de energías más limpias o alternativas y localizaciones más eficientes en costos que compensen el cargo por emisión de carbono. También para Collier, la concreción de la meta de un mundo eficiente de baja emisión de carbono, requiere de la cooperación global, más factible por la vía del cargo o imposición única y uniforme que por la adjudicación y negociación en los mercados de los permisos de emisión (cap and trade).

 

Un último tema planteado por Collier, tiene que ver con que ante el hecho que en los países pobres del fondo de la pirámide (particularmente Africa), el hambre es uno sino el más importante problema, problema que es agravado con la reciente suba del precio de los alimentos. El aumento en los precios de los alimentos (commodities) afecta particularmente a los grandes sectores de pobreza que se apiñan en las grandes urbes y ciudades costeras del mundo pobre. Para Collier, ese aumento en los precios motivado por el aumento en la demanda originada en los países asiáticos de ingreso creciente (China, India), requiere de un aumento drástico y significativo de la producción (oferta). Esta si bien ha venido creciendo está muy por detrás de la demanda.

 

Para posibilitar ese aumento significativo en la producción de alimentos, Collier cuestiona tres puntos que constituyen banderas del movimiento ambientalista, pero que esconden, disimulan, o escudan, intereses de sectores particulares (el agrícola), sentimientos nacionalistas y anticapitalistas. Los puntos en cuestión son:

 

1). La agricultura en pequeña escala, orgánica, autosuficiente, para el consumo local. Los ambientalistas extremos, románticos, apuntan contra la agricultura, comercial, intensiva en gran escala por considerarla contaminante, además de generar economías dependientes de monocultivo. Según Collier, para los países pobres (Africa) la agricultura en pequeña escala, autosuficiente, es una alternativa inviable, por razones de muy baja productividad, para producir el aumento necesario en la producción. Para Collier, la agricultura hoy es una actividad que requiere escala, en los aspectos de tecnología, financiación y logística, escala que no se logra con la agricultura distribuída, familiar en pequeña escala. Para Collier, los condicionamientos que se imponen a los programas de ayuda, en el sentido de contemplar agricultura en pequeña escala, son una receta equivocada. Collier, frente a los argumentos de bucolía, protección de la biodiversidad, mantenimiento del modo de vida campesino, se impone sin objeciones posibles, la necesidad de eliminar o paliar el hambre de los habitantes de los países pobres, hambre que extendiéndose en el tiempo, lleva a situaciones de desnutrición, y atrofia en el desarrollo de la persona.

 

2). La prohibición de empleo de semillas genéticamente modificadas (GM) por los países europeos que se extiende a los países africanos, presionados por la posibilidad que sus exportaciones, pocas y pobres en cantidad y calidad, tengan el acceso restringido a los países europeos. El empleo de semillas con organismos genéticamente modificados, cuyos efectos negativos aún no han sido probados en forma concluyente por la ciencia, elevaría significativamente la productividad de la agricultura, pudiendo contemplar también el hecho que por el calentamiento global, las superficies cultivables de Africa serán una de las más afectadas en el mundo. La investigación en GMO, podría con los suficientes incentivos de mercado potencial y tiempo mediante, el desarrollo de variedades resistentes a las sequías, fenómenos que con motivo del calentamiento global son más intensas y frecuentes.

 

3) Los biocombustibles, etanol a partir de granos, cuya producción es altamente subsidiada por el gobierno de EEUU, a sus propios agricultores. El uso de los granos como materia prima para la producción de etanol, no es eficiente en términos de la relación consumo / generación de energía. Según Collier, desde el punto de vista de la generación de energía EEUU tiene alternativas más eficientes como la generación nuclear o la importación de etanol a base de caña de azúcar de países como Brasil. El desmantelamiento de la enorme red de subsidios a la producción de granos con fines de fabricación de etanol, haría atractiva la producción con fines alimenticios contribuyendo al aumento requerido a la baja en los precios.

 

Para concluir con esta reseña que si bien ha intentado desplegar los principales temas tratados en el texto, es incompleta y harto mezquina en el detalle de la forma y metodología, técnicas y selección de variables que han sido usadas por Collier y sus colaboradores para las verificaciones y comprobaciones empíricas de los conceptos y afirmaciones incluídos en el texto. Considero que eso puede ser de interés particular para los economistas de profesión. Por otra parte me parece oportuno mencionar, desde mi propio punto de vista, que el texto de Collier, no trata otros temas muy actuales y medulares en lo que se refiere al medio ambiente y explotación de recursos naturales, por ejemplo, el agua, la biodiversidad y la funcionalidad de los ecosistemas en la provisión de los servicios ecológicos que hacen posible la vida del hombre en la tierra. El análisis de Collier es sesgado a su preocupación por la elevación del nivel de vida de los países pobres del fondo de la pirámide, tanto que este texto, podría ser considerado, y así los consideran algunos, una continuación de uno anterior del mismo Collier “The Bottom Billion” Why de Poorest Countries Are Mailing and What Can Be Done About It. Paul Collier. Oxford University Press 2007.[3]

Miguel A. Pero. Febrero 2011.

 

[1] La cualidad de un activo como potencial de beneficios futuros, es un concepto clásico en contabilidad.

[2] Collier es muy claro respecto a la compensación con otro activo de valor equivalente, obvio expresado en términos monetarios. Supongo, que un valor equivalente implica una funcionalidad también equivalente.

[3] Ambos textos, “The Plundered Planet” y “The Bottom Billion” los pongo a disposición de interesados, alumnos o docentes de la Lic. En Economía.

Actualizado (Miércoles, 26 de Octubre de 2011 14:21)