CE&I – Capitalismo, Empresa e Individuo

Texto:

RESOURCE REVOLUTION. How to Capture the Biggest Business Opportunity in a Century – Stefan Heck and Matt Rogers with Paul Carroll. Amazon Publishing 2014.

Traducción: Miguel A. Pero – Setiembre 2014

CONCLUSIÓN.

 MAYORES IMPLICANCIAS

 Como se espera, haber demostrado hasta ahora en profundidad, estamos frente a la más grande oportunidad en una centuria. Así como ocurrió con las anteriores revoluciones industriales ésta, es una época para una extraordinaria creación de riqueza a medida que se establecen nuevas posiciones dominantes y nuevos modelos de negocios. Pero también, es una época de destrucción creativa en la medida que son suplantados viejos paradigmas. La integración de 2,5 mil millones de personas más a la clase media urbana representa una oportunidad económica y social histórica. Sin embargo, la construcción de las ciudades para albergar esos 2,5 mil millones, la construcción de las redes de transporte para conectar la casa con el trabajo y la provisión de energía, agua y alimento, para apoyar un estilo de vida tipo clase media en las siguientes dos décadas representa también, uno de los mayores desafíos de todos los tiempos. La economía global, está tratando en dos décadas,  hacer para los mercados emergentes lo que les llevó a los países de la OECD todo el siglo veinte.

A través de la última centuria, tanto el mundo desarrollado como las compañías líderes del mundo, se acostumbraron a precios de commodities que permanecieron relativamente estables (fuera de los shocks que algunas veces golpearon al petróleo) o aún, se beneficiaron de reales declinaciones- los precios de los metales disminuyeron 0,2 por ciento anualmente y los precios de las commodities agrícolas cayeron un 0,7 por ciento por año entre 1900 y 2000. Como resultado si bien, el buen liderazgo gerencial mejoró la productividad del trabajo y la productividad del capital a más de un 3 por ciento anual, las ganancias en la productividad de los recursos languidecieron en menos de 1 por ciento anual en los últimos veinte años. Satisfacer las necesidades de la nueva población urbana de 2,5 mil millones requerirá de las empresas y países la mejora en la productividad de los recursos al menos un 3 por ciento anual para los siguientes veinte años –el triple que los niveles recientes.

Sabemos cómo innovar a esas tasas – la focalización de la administración, ha mejorado en forma consistente a ese nivel de tasas, la productividad del capital y del trabajo. Adicionalmente, se han estado apilando los incentivos para la rápida innovación en los recursos. Desde el año 2000 se han disparado los precios de los commodities –un 225 por ciento en la energía, 275 por ciento de aumento en los metales, 125 por ciento de aumento en los productos agrícolas. Los precios de los recursos se han hecho crecientemente volátiles y vinculados –en 1970 la correlación entre los commodities de alimentos y los precios del petróleo generalmente oscilaba entre negativa y menos de 0,36 (fuera de un posible 1,0), pero hoy, la correlación excede 0,80 para la mayoría de los commodities de alimentos. La implicación inmediata es que cualquier aumento en los precios del petróleo conducirá, en mayor medida que antes, a aumentos en los precios de los alimentos. El punto más amplio es que todos los commodities están más enlazados que en el pasado de manera que, cualquier onda de shock tendrá en estos días mayor expansión y alcance.

Pero, la convergencia de las tecnologías industriales, las tecnologías de la información, la biología y la ciencia de materiales a nanoescala, está creando oportunidades remarcables. Ya podemos señalar algunos ejemplos sostenidos de mayor productividad de los recursos. Entre 1950 y 2000, la productividad del maíz en U.S.A mejoró casi un 3 por ciento anual. Durante la mayor parte de la última década, el petróleo y gas shale han entregado mejoras en productividad de alrededor 22 por ciento al año, estableciendo las bases para una re estructuración del sector energía de U.S.A. Los nuevos estándares Americanos de economía de combustible y los requerimientos Europeos en materia de CO2, posibilitados por mejoras dramáticas en las tecnologías de motor, impulsarán en la década siguiente una mejora del 5 por ciento anual en la productividad del combustible automotor, permitiendo a los consumidores el ahorro de U$S 8.200 por año en gasto de combustible por familia.

Existen muchas más oportunidades de dónde vengan. La mitad de la producción de alimentos no es consumida tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo- en el mundo en desarrollo, más de la mitad del alimento se pierde en el campo o en el camino al mercado, mientras que en los mercados desarrollados, casi la mitad del alimento se pierde o se tira fuera del punto de consumo. Los procesos de producción de petróleo y gas recuperan del 20 al 40 por ciento del recurso en el sitio. Solo entre el 14 y el 26 por ciento de la energía del combustible en el tanque del auto se usa realmente para impulsar el auto. En la mayoría de las ciudades del mundo se desperdicia entre un tercio y la mitad del agua. Lo mismo ocurre en la agricultura debido a la evaporación del agua de riego. En el sector de energía, aún las estaciones o plantas más eficientes convierten sólo el 60 por ciento del combustible en energía. La mayoría de nuestros activos de capital tienen tasas promedios de utilización de un dígito o inferiores al 20 por ciento –caminos, edificios de oficinas, autos, líneas de transmisión. Y sigue y sigue y sigue.

Productividad de recursos. Pasado y futuro.

                                    Mejoras en Productividad

Porcentaje anual                             Actual   Requerido para satisfacer la demanda
(1950 – 2010)      global con el crecimiento de la clase
media (2010 – 2030)

Energía (PBI/BTU)             1,7%                      3,2%

Materiales (PBI/Ton)          0,8%                      1,3%

Agua (PBI/m3)                     2,5%                      3,7%

Alimento (Rend/Htra)         1,4%                      1,5%

Gases Invernaderos

(PBI/tCO2e)                          1,3%                      5,3%

También observamos tasas de productividad vastamente diferentes entre empresas y países, demostrando que es posible un escalón más arriba en el desempeño. Así, la penetración del LED es un tercio más elevada en China que en la EU y ambos están muy por delante de U.S.A. Phnom Penh tiene una tasa de filtración de agua más baja que Londres debido a un plan de reforma iniciado en los años 1990 por Ek Sonn Chan

Director General de la Water Supply Authority. Singapur e Israel lideran el mundo en reuso y recuperación del agua. Latvia es el líder de la EU en mejoras en la eficiencia de la construcción, debido a una campaña concertada que incluía nuevas ordenanzas, auditorías, campañas de información, financiación y aplicación de nuevas tecnologías.

El éxito depende en un cambio en las reglas fundamentales de la empresa, focalizando la innovación gerencial en mejora en la productividad de los recursos en una tasa superior al 3 por ciento anual. Las mejoras en la productividad del capital y del trabajo ya no serán suficientes. Tampoco la mejora incremental en la productividad de los recursos.

Como se ha mostrado a través del texto, es imperativo pensar en grande e impulsar el ritmo de la innovación. Los sistemas de energía, agua y alimentos alrededor del mundo son negocios maduros a una escala masiva –con remiendos en los bordes, si bien románticos, no impulsarán las requeridas mejoras en la productividad.

 

EN QUÉ SE DEBERÍAN ENFOCAR LAS EMPRESAS.[1]

Para tener éxito en las décadas siguientes, las empresas deberían buscar en forma sistemática oportunidades de recursos[2] para impulsar el crecimiento y las utilidades. Puede un nuevo material sustituir a uno que se ha usado históricamente? Qué ideas inspiradas en la ciencia para auto-ensamble, para el diseño de nuevas estructuras o para impulsar el desempeño de las sustancias derivadas de organismos biológicos pueden generar aumentos en la productividad? Dónde se puede eliminar el desperdicio mediante la aplicación del cuerpo creciente de los denominados principios de operación esbelta (lean) a la energía, agua y materiales? Qué significaría o tomaría aumentar la actualización (upgrade), reuso o reciclaje, haciendo a un proceso circular? Qué oportunidades existen para la optimización de algunos procesos ineficientes, en beneficio de la empresa, los proveedores o los clientes cuando se explora a través de la cadena de abastecimiento integrada? Qué significaría o tomaría mover algo desde el terreno de lo físico al terreno de lo virtual?[3]

Después de formular las preguntas iniciales sobre oportunidades de ahorro de recursos, las empresas deberían enfocarse en la armoniosa e ininterrumpida integración de todas las capacidades de los nuevos ofrecimientos, al mismo tiempo que agregan capacidades de software y otras tecnologías de información. Aún innovando, las empresas necesitan asegurar la compatibilidad e integración en la infraestructura existente. También las empresas deben investigar nuevos modelos de negocios para facilitar la adopción y captura de todos los potenciales beneficios. Agregar ingenuamente algo nuevo a los sistemas existentes con frecuencia reduce el desempeño del sistema. Para tener éxito en el largo plazo, las empresas tienen que entender el funcionamiento de todo el sistema dentro del cual encajan los ofrecimientos.

Un resultado será, que las empresas venderán más servicios y soluciones integradas y no sólo equipamiento. Ese cambio, pondrá nuevas tensiones en los modelos de negocios pero, creará significativas oportunidades para aquellas empresas que tengan las capacidades organizacionales para entregar software y sistemas a escala en un contexto industrial, juntamente con la capacidad de innovar en su financiamiento.

Una vez que una empresa ha decidido qué llevar al mercado, necesita considerar cuidadosamente cuándo será el momento correcto, tanto para la tecnología como para el cliente. Luego, vienen los duros temas que involucra llevar la producción a escala completa y  la preparación del mercado. Dado la rápida tasa de cambio en las estructuras de costos de la industria, la cuestión del momento (timing) será esencial –demasiado temprano y la empresa terminará como el inventor de la bombilla de luz Joseph Swan (en el olvido, debido a las mejoras una década más tarde de Thomas Edison); demasiado tarde y la compañía terminará como Kodak (rezagada en el mercado creado por ella misma en los años 1970s, cuando un investigador de Kodak inventó el sensor de la cámara digital).

Finalmente, las empresas tendrán que cambiar sus estructuras organizacionales y repensar sus procesos operativos al mismo tiempo que entrenar a sus trabajadores para hacer tareas muy diferentes y encontrar nuevos tipos de operarios por las capacidades necesarias a la transformación hacia la automatización y optimización.

La nueva era será definida por una estructura de organización que pueda trabajar con nativos digitales, llevando masivos datos y herramientas de apoyo decisional a la línea de operaciones y construyendo la organización en red.

 

IMPLICACIONES PARA LOS GOBIERNOS.

A través del texto, nos hemos enfocado principalmente en los principios y kits de herramientas de administración que permitirán a las empresas no sólo, superar la revolución de recursos sino la captura de las oportunidades de negocios que se crearán. Claramente, las dinámicas que hemos descripto conducirán también a transformaciones estructurales de enteras industrias, y aún de países y continentes.

Las dinámicas cambiarán los flujos de comercio a medida que las sustituciones o las nuevas tecnologías den nuevas ventajas a recursos diferentes o permitan la explotación de nuevas reservas.  Esta revolución de recursos representa también una transformación estructural de toda la economía, una que ofrece una oportunidad para que países salten y permanezcan en niveles de ingreso medio y potencialmente, permita aún a países pobres en recursos, alcanzar prosperidad económica en los niveles de la OECD.

Esta revolución de recursos representa un enorme desafío para los gobiernos. Los gobiernos, tienen un gran rol para jugar que incluye el fondeo de la investigación básica sobre materiales, biología y desempeño de sistemas, así como en las nuevas tecnologías de energía, transporte y agricultura. También, es esencial que los gobiernos aseguren un campo de juego nivelado o parejo que minimice los subsidios a las industrias heredadas. Adicionalmente, los gobiernos deben evitar la tentación de redactar códigos y leyes que requieran tecnologías específicas en su lugar, los gobiernos deberían establecer estándares de desempeño muy fuertes y de largo plazo, dejando al mercado que determine como alcanzar esas mejoras. Los gobiernos por ejemplo, sólo deberían requerir que el almacenamiento o depósito de polucionantes sea permanente, no necesariamente “geológico”, que debería haber almacenamiento de energía, pero no necesariamente “en baterías”; que el transporte debería satisfacer estándares de eficiencia pero, no ordenar tipos o mezclas específicas de combustibles.

También, los gobiernos necesitan reconocer que las tecnologías, tienen curvas de aprendizaje vastamente diferentes que impulsan las reducciones de costos y diferentes potenciales de escalamiento o escalabilidad. Si el potencial de una tecnología es grande y transformador y la reducción de costos rápida, la misma merece una adopción más agresiva que tecnologías que mejoran lenta e incrementalmente y que no tienen perspectivas visibles de alcanzar viabilidad comercial o que sólo tienen limitado potencial de despliegue o utilización. Las primeras van a ahorrar dinero a los hogares y a las empresas y transformar la economía, mientras que las últimas son subsidios para (muy probablemente) para proyectos de preferencia regional o intereses especiales. Es posible direccionar el gasto del gobierno, proporcionar incentivos y aún aplicar directivas o mandatos –tan controversiales como lo son en U.S.A- para impulsar el desempeño económico sin elegir como ganadores a compañías o productos específicos. El establecimiento de un agresivo estándar para el kilometraje del vehículo (km/litro) o el endurecimiento de los estándares de eficiencia para los artefactos domésticos, bombillas de luz, edificios y otros permite la competencia entre múltiples tecnologías y modelos de negocios, permite la inversión del capital privado en innovación a través de los años y resulta en ahorros para las familias y empresas que se pueden reinvertir en otras áreas para el crecimiento del PBI.[4]

En la medida que trabajadores del conocimiento, capacidades de software y servicios facilitados por la tecnología se hacen más importantes, los gobiernos necesitarán asegurarse que las fuerzas de trabajo tengan las capacidades y educación apropiada para participar en los nuevos modelos de negocios y sectores en evolución. Con el tiempo, los gobiernos pueden desear cambiar las bases imponibles del trabajo y la residencia a las de  creación de valor, propiedad intelectual y consumo de recursos.

El gobierno, también tiene un rol sustancial a jugar en las mediciones macroeconómicas amplias, –aquellas que impulsan los comportamientos, políticas y flujos de inversión. Tomamos las actuales estadísticas gubernamentales –PBI, desempleo, tasas de interés del Tesoro y muchas otras- como las medidas correctas, como si estuvieran escritas en piedra. Sin embargo, se trata de resultados o logros (outcomes) de la segunda revolución industrial. Cada una fue una innovación y diseñada para un propósito específico. Así, la noción de producto bruto doméstico o interno fue desarrollada por Simon Kuznets en el National Bureau of Economic Research en 1934, específicamente para impulsar el crecimiento en la mitad de la Gran Depresión. El PBI fue ampliamente aceptado como una forma de maximizar la producción de guerra durante la World War II. Diez años después, el PBI fue usado para medir el progreso de los países bajo el sistema de administración financiera de Breton Woods y eventualmente, fue adoptado por las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Kuznets ganó el Premio Nobel de Economía en 1971 por su innovación. Pero en su primer informe al Congreso en 1934 Kuznetz prevenía que, “el bienestar de una nación muy escasamente puede ser inferido de una medida del ingreso nacional” y que, tanto el PBI como PBN sobresimplifica la salud real de un país porque no refleja la distribución del ingreso o la “intensidad y displacer del esfuerzo para ganar el ingreso”. También sabemos que el PBI no mide los impulsores de la calidad de vida tales como educación, atención de la salud, crianza de los hijos, los beneficios recreacionales de la naturaleza, los recursos naturales subdesarrollados y aún, lo que más recientemente se ha venido en conocer como “servicios del ecosistema”-los beneficios que la naturaleza proporciona a las empresas en la forma de protección costera, estabilidad de los ecosistemas y demás.

Es importante reconocer que, nuestras mediciones más comunes, todavía focalizan en forma predominante en flujos de capital (cuentas capital, capitalización de mercado, flujos comerciales, inversión directa extranjera y otras por el estilo) y en la productividad del trabajo (desempleo y PBI per cápita). No tenemos un conjunto equivalente de cuentas nacionales estándares por cuán eficiente somos en nuestro uso de la tierra, agua, metales y otros recursos naturales, no hablamos en términos de PBI por acre, o PBI por reservas minerales extraídas o “invertidas”. Es fascinante que, con anterioridad a la segunda revolución industrial mediciones tales como tenencias de tierra, cantidad de carros, o derechos de comercio de pieles definían la prosperidad. Aún más allá, de seguir directamente la productividad en recursos, el vuelco de productos a servicios y  más que eso, hacia la conveniencia y calidad de servicio, plantea el tema de si el bienestar de un país debería medirse principalmente en el output material. Esto realmente, no es una idea nueva: Cuando Thomas Jefferson escribió la Declaración de la Independencia, él tomo prestado de la original declaración de los derechos fundamentales de John Locke, manteniendo las palabras “vida” y “libertad” pero sustituyendo “propiedad” con “felicidad”. Bután emplea una muy literal (y a veces ridícula) medida de felicidad bruta nacional. Todavía, la noción Americana que “igual oportunidad facilita la prosecución de la felicidad” recuerda las prevenciones manifestadas por Kuznets en sus informes sobre el PBI sobre que la distribución del ingreso, es tan importante para el bienestar del país como el PBI. El fundamental adagio sobre que cada generación necesita dejar tanto una prosperidad creciente y una dotación creciente de recursos a la siguiente generación está en el corazón de la revolución de recursos.

Nicolas Sarkozy estableció una comisión de laureados con el premio Nobel para empezar a desarrollar mediciones alternativas más comprensivas que incluirían no sólo mediciones de output sino otras medidas de desempeño y productividad.[5] En términos más simples, necesitamos movernos de sólo “más grande” a “mejor”. Si bien, claramente, no se trata de un tema simple de resolver, vemos el esfuerzo del Sustainability Accounting Standards Board (SASB) en definir la materialidad de diferentes aspectos de la sustentabilidad como un buen paso en la dirección correcta porque posibilita a las empresas e inversores  empezar a entender la productividad de los recursos de las empresas en cada industria y a compararla. También el esfuerzo ayudará a revelar los riesgos implicados en la exposición de la disponibilidad de recursos, shocks de precios y las externalidades que no son adecuadamente medidas (asignación de un precio) en la valuación de empresas.

 

IMPLICANCIAS PARA LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES.

 

La naturaleza disruptiva de los cambios venideros en la revolución de los recursos, impactará también cambiando la función y el trabajo de las ONGs. Históricamente, la mayoría de las ONGs se han focalizado sobre un tema principal: preservación de la tierra, combatir la polución del aire, asegurar el agua limpia y demás. Dada la estrecha conexión entre los recursos, las dinámicas de sustitución y la introducción de tecnologías disruptivas, muchas ONGs tendrán que ampliar el alcance de sus temas. Por ejemplo, no servirá resolver un faltante o carencia de agua con un lente sólo sobre el agua, porque algunas soluciones como la desalinización esencialmente pasan el problema a la energía, mientras que cambios en la agricultura tendrán un impacto en los suelos y producción de alimentos. Todavía otros, como cambios en el flujo de los ríos, afectarán la generación de energía que depende de la hidro o aún simplemente en el enfriamiento del agua (Globalmente, el 8 por ciento del agua se usa para la producción de energía). Los cambios deseados no pueden ser producidos simplemente a través de litigios o acciones de queja. Requieren enfoques colaborativos como aquellos ahora iniciados por la Environmental Defense Fund and the Nature Conservancy, trabajando juntamente con las empresas y gobiernos para la definición de nuevas mejores prácticas.[6]

 

INVERTIR EN REVOLUCIONES DE RECURSOS.

La revolución en recursos combina volatilidad en los precios de los commodities con destrucción creativa de empresas e industrias y nuevas tecnologías y modelos de negocios interactuando a fin de crear una riqueza desproporcionada. Hemos visto cuánto valor para el accionista ha sido creado por el software y la IT en los dominios de la empresa, entretenimiento, artículos de consumo e Internet. Estas industrias, todavía son pequeñas comparadas con los sectores industriales globales, energía, materiales, transporte e infraestructura, en los que las tecnologías de IT están aumentando la productividad. Es fácil ver porqué es un terreno fácil para el inversor sabio que está buscando un crecimiento alfa.

Sin embargo, invertir correctamente en las décadas siguientes no será fácil. Más de la mitad del valor de la mayoría de las empresas de recursos naturales (petróleo, minería, etc) se encuentra en las reservas comprobadas y no en los flujos operativos de caja. A medida que crece la demanda y que el productor marginal tiene que extraer recursos de grado inferior en condiciones muy duras, los precios pueden subir muy rápidamente. Pero, también una duplicación en las reservas económicamente viables, como lo que estamos viendo ahora en U.S.A con el petróleo y gas shale, pueden también disminuir drásticamente los precios – el precio del gas cayó de U$S 11 por millón de BTUs a alrededor de U$S 2, antes de una recuperación.

Más allá aún de los recursos directos y estos efectos de relativamente corto plazo, los inversores enfrentan desafíos. Los fondos de pensión y otros inversores de largo plazo están típicamente sobrepasados en sus asignaciones a empresas de energía e infraestructura; la mayoría de ellas centradas en la tecnología actual. Mientras que en el corto plazo su valuación será gobernada por su desempeño en ganancias, son vulnerables a sustanciales declinaciones en su capitalización de mercado con la emergencia de tecnologías y modelos de negocios de reemplazo. Así, observamos la exposición de las ganancias de las generadoras de electricidad a la penetración de la generación distribuida de energía solar y tecnologías eficientes en energía. Un análisis conservador del progreso tecnológico mostró que, en vez de un crecimiento anual del 4 por ciento en las ganancias la generadora experimentará una declinación del 10 por ciento en las ganancias durante diez años. Una más agresiva penetración de estas tecnologías reduciría las ganancias en 35 por ciento. Cuando el mercado se haga consciente de esta dinámica, la capitalización de mercado se ajustará reflejando las nuevas expectativas. De la misma manera, los precios de los SUV (Sport Utility Van) declinaron sustancialmente en 2008, cuando el precio de la gasolina trepó por encima de U$S 4 el galón y los compradores Americanos de autos se desplazaron a autos más pequeños, más eficientes y actualizados con menos frecuencia. Si, aún una porción de los compradores estuvieran solamente interesados en los autos híbridos o eléctricos, todo el mercado de financiación de autos se vería en problemas, debido a que su economía descansa en el valor del auto al término del alquiler o leasing.

Inversores inteligentes como el Fondo de Harvard y el Fondo de Riqueza Soberana de Singapur han hecho grandes posturas de largo plazo en la suba de los precios de los recursos y en el desplazamiento entre tipos de activos. Aún commodities como el agua, en que la inversión directa es difícil, se pueden acceder indirectamente mediante la compra de derechos al agua o productos que representan grandes cantidades de agua incorporadas al producto o invertida en la producción del bien. Una firma financiada por el cofundador de eBay, Jeff Skoll, Capricon Investment Group ha combinado estrategias: Compró terrenos agrícolas en partes de California que son muy adaptables a la generación de energía solar, invirtiendo en el corto plazo en commodities agrícolas en ascenso con un fuerte flujo de caja, mientras se apuesta a largo plazo en los derechos al agua y potencial solar.

 

UNA NOTA FINAL PARA LOS CONSUMIDORES.

Si se ha llegado hasta aquí con la lectura del texto, uno podría estar preguntándose qué significa todo esto para cada uno de nosotros como un ciudadano, consumidor y padre. Hemos comenzado este libro con una dedicación a nuestros hijos, porque ambos pensamos que estamos hablando de un cambio generacional. El mundo en que vivimos hoy, será tan diferente del que heredarán nuestros hijos como lo fue la era Victoriana de las mansiones, sirvientes, terratenientes en los años 1880, de la Edad de Oro de los años 1920s con los artefactos e iluminación eléctrica, automóviles, rascacielos, radio, plomería interior, multinacionales, mercados de acciones, bibliotecas públicas y salas de conciertos financiadas con la riqueza creada en la era. Podemos avizorar ciudades más limpias que combinen vehículos eléctricos autónomos y tránsito masivo, que reclamen espacio a las rutas para dar lugar a la agricultura y espacios verdes urbanos, que reuse casi la totalidad de los materiales para nueva producción y generación de energía. Pero antes de avanzar más con nuestras estimaciones o perspectivas cada uno de nosotros, tiene un trabajo duro que hacer de la misma manera que las empresas que hemos perfilado.

Debemos asegurar que nuestro gobierno moldee y dé forma a esta transformación, y usar nuestros votos para contrarrestar la influencia de los interesados en mantener un status quo insostenible. Podemos efectuar una selección  informada en los productos que elegimos, comenzando con nuestras mediciones de productividad de recursos en los alimentos, autos y casas que compremos aún antes que el gobierno cambie las mediciones de PBI. Podemos educar a nuestros hijos para que estén listos para un mundo en el que la comprensión del software, tener la capacidad de trabajar en una organización global en red, y ser capaz de integrar sistemas entre disciplinas importa más que nunca antes. Entonces, nuestros hijos podrán gozar los frutos de nuestra labor, nuestro capital y nuestros recursos.

Le deseamos a Ud, lo mejor, no lo más grande!

 

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[1] (N.T) Esto es el contenido principal del texto que se desarrolla en 7 de los 11 capítulos, contando la Introducción y la Conclusión. Los capítulos son:

Cap. 03: The Recipe for Ten Fold Resource Productivity Improvement.

Cap. 04: DIRTT and Software Assembly Required.

Cap. 05: Systems Integration, the Powers of Machines Meets the Internet of Things.

Cap. 06: Timing is Everything

Cap. 07: Making It Matter.

Cap. 08: Organizing for Success

Cap. 09: Go Big or Go Home

[2] (N.T) Los términos resaltados o remarcados son por iniciativa del traductor, no figuran así en el texto original.

[3] (N.T)Lo descripto hace referencia a los cinco principios de la revolución de los recursos, o principios para impulsar la productividad de los recursos: 1. Sustitución de Materiales, 2. Eliminación de Desperdicio, 3. Circularización, 4. Optimización o Eficientización y 5. Virtualización o Softwarización. La aplicación de estos cinco principios son amplia y claramente ilustrados en el texto.

[4] (N.T.) Sería muy interesante reflexionar sobre cuánto de la orientación de la política industrial que se sugiere en el texto, se aproxima a las directivas del gobierno de Argentina (2014).

[5] (N.T.) Quizás una buena medida sea acercar a los economistas al Enfoque y Marco de Balanced Scorecard

[6] (N.T.)Existe bastante bibliografía sobre estos enfoques colaborativos. Por ejemplo, un par de textos que oportunamente comentara y acercara: “The Business Solution to Poverty” de Paul Polaky y Mal Warwick y el de “Social Labs Revolution” de Zaid Hassan.