Las clases magistrales ¿son la mejor manera de aprender?

Publicado en Universia España, en: http://noticias.universia.es/educacion/noticia/2015/04/01/1122613/clases-magistrales-mejor-manera-aprender.html, 01 de abril de 2015

 Un recurso muy común entre los educadores, pero ¿son eficientes las aulas universitarias magistrales para aprender?
Autor: Chairman of the Joint Chiefs of Staff  |  Fuente: Flickr

 Las características de una buena clase magistral

Bruce Charlton, profesor y conferenciante de psiquiatría evolutiva de la Universidad de Newcastle, sostiene que “las clases  reales son siempre muy apreciadas por los estudiantes que quieren aprender, pero lo que hoy se llaman ‘lectures’ son una farsa”, y lamenta que “tan pocos estudiantes modernos podrán experimentar una verdadera clase magistral”.

Cuando este tipo de clases se abordan con seriedad y se realizan de forma correcta, son la forma más pragmática de enseñar a quienes quieren saber. Las buenas clases magistrales son posibles y alcanzables, pero nada sencillas de organizar, requieren de gran esfuerzo.

Asimismo, requieren de un alto nivel de concentración, lo que supone un esfuerzo por parte del docente y de la audiencia. Una buena clase es trabajo duro porque es el desempeño de una persona, pero al mismo tiempo requiere de la contribución de todos para el éxito o fracaso.

El profesor universitario Sam Marsh y el conferenciante Nick Gurski, de la Universidad de Sheffield, sostienen que “las clases magistrales ejecutadas correctamente pueden ser una buena manera de trasladar el conocimiento a los estudiantes. Pero existen una miríada de razones, lapsos en concentración o estadísticas, por ejemplo, de por qué los estudiantes no obtienen lo que esperamos, y estas razones se amplifican con audiencias grandes”.

Agregan que deben lidiar con problemas de asistencia y que las clases finalizan medio vacías al final del semestre. Incluso afirman haber modificado el material del curso, introducido pruebas online e incluso han mostrado vídeos…

Un cambio en el modelo de clases

Marsh y Gurksi implementaron un sistema mediante el cual los estudiantes veían vídeos en su tiempo y debían realizar luego una pequeña prueba. Al cambiar la modalidad de las clases para incluir más demostraciones y discusiones, fueron capaces de aumentar la frecuencia de asistencia sin afectar el tiempo invertido por los docentes.

Cuando lanzaron el piloto, rápidamente notaron que no sólo los estudiantes veían más los vídeos y en el tiempo especificado, sino que además aumentó notoriamente la asistencia. Con el paso del tiempo, los estudiantes asistieron a más clases de resolución de problemas.

Pretenden ampliarlo al resto de las asignaturas en la Universidad para fomentar el interés y motivar la asistencia.