Historia

Historia del Instituto de Investigaciones Económicas de 1997 a 2017

Osvaldo Meloni[1]

La custodia y acrecentamiento de un legado

Al cumplirse los 50 años de la Facultad de Ciencias Económicas, en 1997, el Instituto de Investigaciones Económicas ya contaba con un plantel docente consolidado con una excelente tradición oral y una muy buena agenda de investigación. Aunque los registros oficiales sostienen que el Instituto había nacido apenas unos meses después que la Facultad, no fue sino hasta principios de 1959 que tomó su forma moderna, cuando contrató a César Diz, que por ese entonces había retornado de la Universidad de Chicago.  El núcleo del plantel docente que se formó en las décadas de 1960 y 1970 y se afianzó en la de 1980 lo constituían los egresados de la Universidad de Chicago, que en esos años tenía el mejor departamento de economía del mundo.

A mediados de los años 90, el cuerpo de profesores había ganado en diversidad de enfoques y opiniones con los aportes de Hugo Ferullo (Universidad de Lyon, Francia), Luis Grinblat (American University), Juan Mario Jorrat y Santiago Miraglia (ambos egresados de Ohio State University) y el que suscribe (Universidad de California, Los Ángeles). A ellos se les sumaban José Bulacio y Raúl García, con Maestrías en el Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina y Juan Carlos Alfaro, Ana María Cerro, Ernesto Cerro, Adriana González Lelong, María Cristina Leguizamón, Liliana Macián, Cristina Mirabella y Gustavo Wallberg, formados en la UNT. Sin embargo, se mantenía una tradición enraizada en el pensamiento de la Escuela de Chicago, representada por Manuel Cordomí, Víctor Elías, Carlos Pucci y Raúl Soria.

En la conformación de su personal académico, el Instituto siempre privilegió la incorporación de profesores ya formados, preferentemente con maestrías o doctorados, de las mejores universidades de EEUU, Europa y Latinoamérica. Esta práctica  le permitió forjar una carrera muy competitiva, tanto en el ámbito nacional como internacional, a la vez que suministraba un eficiente antídoto contra la endogamia, una enfermedad silenciosa e impiadosa con los planteles académicos. A sabiendas de la dificultad de participar del mercado para contratar docentes, el Instituto propició desde sus inicios una perseverante política de inversión en capital humano de sus propios egresados, alentándolos, asesorándolos y apoyándolos con cartas de recomendación y pedidos de financiamiento para cursar estudios de posgrado en centros académicos de excelencia, con la secreta esperanza de capturar los retornos de esa inversión.

Aunque ocasionalmente hubo apoyo de las políticas gubernamentales como el programa Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Universitaria, conocido por sus siglas, FOMEC; en general, la inversión en capital humano fue el resultado de esfuerzos individuales de nuestros egresados que contaron con el ya mencionado impulso del Instituto más algún soporte ad hoc de la Facultad de Ciencias Económicas a través de licencias con goce de haberes. Fue así que hacia fines de la década de 1990 se incorporaron al Instituto José Bercoff y Santiago Foguet, que habían obtenido sus maestrías en economía en las universidades de McGill (Canadá) y Boston (EE.UU.), respectivamente. También regresó Marcelo Delajara con su doctorado de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, España. Unos años después llegaron Cecilia Torres, que había realizado estudios de posgrados en la Universidad Complutense de Madrid, Gabriel Fridrij, que había finalizado un posgrado en Integración Regional en la University of Antwerpen, Bélgica, Jorge Nougués, que había completado la Maestría de la Universidad del CEMA y Víctor Iajya, con su Maestría de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.). El flujo de profesores con formación de posgrado permitió mantener una actualización permanente de programas, contenidos y bibliografía a la vez que se afianzó el sentido de pertenencia a la institución.

La profunda crisis económica y social de 2001/2002 detuvo la corriente de ingresos desde el exterior pero previsoramente el Instituto había generado una Maestría en Economía dirigida por el profesor Elías que convocó a figuras de la talla de Guillermo Calvo, Rodrigo Fuentes, Rodolfo Manuelli, Marc Nerlove, Jorge Streb, Mariano Tommasi, entre otros, que formaron a profesores de la casa. De ese programa egresaron María José Catalán, Ana María Cerro, Juan José Merlo, Andrés Michel Rivero y Corina Paz Terán. Posteriormente, en 2006 la profesora Cerro obtuvo su doctorado en la UNT. Otra fuente de capacitación del personal la constituyó la Maestría en Estadística de la que se graduó Adriana Panico.

A mediados de los 2000 la economía argentina comenzó un nuevo ciclo expansivo, pero no fueron las mejores condiciones imperantes las que trajeron una nueva oleada de jóvenes y talentosos graduados con formación en el exterior, sino el azar. Por distintas circunstancias regresaron al país, Esteban Nicolini, profesor de la prestigiosa Universidad Carlos III de Madrid, que retornó con un doctorado de la Universidad Pompeu Fabra y Augusto Nieto Barthaburu, que habiendo obtenido su doctorado en la reconocida Universidad de California, San Diego se encontraba trabajando como profesor de la Universidad de East Carolina en EE.UU. Luego, con la llegada de la primera década del siglo se unieron al Instituto, Carolina Ortega Masagué con un Doctorado en Economía de la Universidad Alcalá de Henares, España y Pablo Pero, que había logrado una Maestría de la Barcelona Graduate School of Economics. Afortunadamente, la nueva corriente de graduados no se detuvo. Al poco tiempo llegaron María José Catalán, que alcanzó el grado de Doctora de la Universidad Católica de Chile, Alejandro Danón, con maestrías de la Universidad de San Andrés y la London School of Economics and Political Science y Beatriz Álvarez con una maestría de Universidad Carlos III de Madrid, España. Debo mencionar también que al finalizar la primera década del siglo hice mi aporte al capital humano del Instituto con un upgrade a doctorado en la Universidad de San Andrés.

En los últimos años se incorporaron Juan José Merlo, que posee una maestría de Universidad Católica de Chile, Oscar Bercovich, graduado en la Universidad de Columbia, EE.UU. y Patricio Cossio, master del Instituto Universitario Sofía, Italia. El plantel docente actual del Instituto se completa con los aportes de María José Granado que obtuvo una maestría en la UNT y Florencia Correa Deza, María José Leguizamón, Sebastián Mena y Mariana Delgado Cordomí, todos con sólida formación en la UNT, siendo la última, además, graduada de la Maestría en Administración de la UNT. Por supuesto, también hubo bajas entre los profesores, producto del inevitable paso el tiempo y la búsqueda de otros horizontes. Así como en los años 80 renunciaron Valeriano García y Saúl Lizondo para continuar sus carreras en organismos internacionales, en EE.UU.; en los 90 y 2000 se jubilaron Juan Carlos Alfaro, Ernesto Cerro, Adriana González Lelong, Carlos Pucci y Raúl Soria a los que sumó la renuncia de Marcelo Delajara para pasar a la Universidad Siglo 21 y posteriormente a la Universidad de Puebla, Méjico. Recientemente, Andrés Michel Rivero emigró a Buenos Aires para trabajar en el ámbito del Ministerio de Producción de la Nación y Juan Mario Jorrat, Liliana Macián y Cristina Mirabella se jubilaron.

Para construir una carrera y un instituto de investigaciones competitivo, además de buenos académicos se necesitan materia prima de primera calidad, un plan de estudios de nivel internacional y un sólido respaldo administrativo. Y lo tuvimos. Sin otra publicidad que el “boca a boca” el instituto se la arregló para concitar la atención de algunos de los mejores talentos del noreste argentino. En el ingreso a la carrera influyeron también mecanismos de autoselección en función de los conocimientos requeridos de matemáticas y del uso del idioma inglés por lo que la matrícula nunca superó el 6% del total de la Facultad de Ciencias Económicas. El resultado fue más que satisfactorio. Se formaron egresados con baja permanencia en la carrera, con altos promedios y baja heterogeneidad relativos a la Facultad. Asimismo, un significativo número de abanderados y escoltas y un elevado porcentaje de los becarios de investigación pertenecen a la Licenciatura en Economía. Más aún, el Instituto puede decir con orgullo que sus egresados ocupan puestos de relevancia en  numerosos países del mundo.

Por otra parte, contar con un plan de estudios que satisficiera la demanda de mercado fue una constante preocupación del Instituto. El frecuente contacto con centros académicos de alta calidad y el flujo regular de ingreso de profesores con formación de posgrado permitieron mantener vigente, mediante sucesivas modificaciones, el plan que había sido diseñado en 1983. Sin embargo, hacia mediados de la primera década del siglo XXI se hizo evidente que el viejo formato contenía algunas rigideces que ameritaba un cambio más profundo. Luego de un largo proceso el nuevo Plan se aprobó en 2013

En la construcción de un Instituto competitivo, el andamiaje administrativo tuvo un rol muy importante. Marta del Pino de Oliver fue la legendaria secretaria que armonizó egos y sobre la que recayó la difícil tarea de mostrar eficiencia en un mundo de economistas. Y lo hizo con entusiasmo y dedicación durante más de un cuarto de siglo, hasta su jubilación, a principios de 2015. Desde entonces, la responsabilidad recayó en Guillermo Noguera. Palabras aparte para José Enrique Santillán que le dio brillo a las tareas de posgrado hasta su retiro en 2008.

La vigencia de una visión

Hoy, el Instituto de Economía cuenta con el mejor plantel académico del interior del país en la disciplina Economía, tal como lo destaca el ranking elaborado por RePEc (Research Papers in Economics). Y si bien en su conformación intervinieron elementos azarosos y motivaciones personales, su construcción está sustentada en una visión de universidad moderna que pone en el centro de su accionar la generación y transmisión de conocimientos. Una universidad no alcanza la categoría de Universidad sin investigación. Y el punto de partida para desarrollar un ámbito de investigación de alta calidad es la discusión de ideas sin condicionamientos de ninguna especie.

De este concepto de universidad surgió la necesidad de generar espacios para desafiar ideas, para confrontar proyectos. Desde su creación, el Instituto organiza congresos y  jornadas y  lleva a cabo Reuniones de Discusión de forma periódica en las que docentes de la casa e invitados de otras universidades y alumnos de grado y posgrado discuten trabajos en proceso. Entre los visitante ilustres que expusieron en las Reuniones de Discusión, disertaron en congresos  e impartieron seminarios y clases en Tucumán se cuentan ocho premios Nobel de Economía, además de algunos de los mejores exponentes de la academia como Fernando Álvarez (University of Chicago), Robert Barro (Harvard University), Arnold Harberger (UCLA), Casey Mulligan (University of Chicago), Larry Sjaastad (University of Chicago), Ivan Werning (MIT) entre otros. La llegada de los Nobel comenzó en los años 80 con James Tobin (premiado en 1981) y Douglass North (galardonado en 1993). En los 90, en ocasión de la reunión de la Sociedad Econométrica, disertaron Paul Krugman (Nobel 2008) y Peter Diamond (Nobel 2010) y en los 2000 nos visitaron James Heckman (Nobel 2000), Finn Kydland (Nobel 2004) en dos oportunidades y Robert Lucas (Nobel 1995). En 2016, Alvin Roth (Nobel 2012) brindó una conferencia en ocasión de celebrarse la Reunión Anual de la Asociación Argentina de Economía Política en Tucumán. Seguramente, el Instituto de Economía figura entre las instituciones de la UNT que mayor cantidad de visitas de relieve internacional recibió en las últimas décadas.

Los profesores del Instituto no solo intervienen activamente con la presentación de ponencias y conferencias en congresos de alcance regional, nacional e internacional sino que también participan en la conducción de organizaciones académicas como los casos de Hugo Ferullo y Juan Mario Jorrat que presidieron la Asociación Argentina de Economía Política (AAEP) y la Asociación Regional de Economía y Sociedad del Noroeste Argentino (ARESNOA), respectivamente, y el mío, que actué como vicepresidente de la Sociedad Argentina de Economía Regional (SAER). Otro aporte significativo al ámbito de la investigación es la organización de eventos académicos. El Instituto fue sede de la Reunión Anual de la AAEP, en cinco oportunidades, 1967, 1983, 1993, 2002 y 2016. También organizó una reunión anual de la SAER en 2015 y cuatro de la ARESNOA, en 2003, 2007, 2012 y 2015. En el ámbito internacional, la UNT fue anfitriona del XII Encuentro Latinoamericano de la Sociedad Econométrica en 1993 y de tres reuniones (las de 1994, 1996 y 1998) de la Conferencia Anual en Desarrollo Económico y Recursos Humanos que se realizó en forma conjunta y alternada con la Universidad de Chile en la década del 90.

Entre los eventos académicos más significativos se cuentan los recientes homenajes que el Instituto en colaboración con dos de sus más notorios egresados, Juan Pablo Nicolini (ex Rector de la Universidad Di Tella) y Silvana Tenreyro (profesora de London School of Economics) brindó a sus founding fathers, los profesores Cordomí y Elías. Ambas celebraciones tuvieron el formato de congreso con la presentación de trabajos académicos, paneles y conferencias. En estas emotivas jornadas disertaron, además de los homenajeados, Ricardo Arriazu, Miguel Ángel Broda, Timothy Kehoe (Universidad de Minnesotta), Arnold Harberger (UCLA), Carlos Rodríguez (UCEMA) y expusieron sus trabajos algunos de los más notables egresados de la Licenciatura en Economía, Gustavo Adler (FMI), Mario Catalán (FMI), Mariana Colacelli (FMI), Leonardo Martínez (FMI), Juan Pablo  Nicolini (Federal Reserve Bank of Minneapolis), César Sosa Padilla (University of Notre Dame, EE.UU.) y Silvana Tenreyro (London School of Economics).

La tarea de investigación de los miembros de Instituto fue reconocida por diversas instituciones nacionales. En 2016 el profesor Juan Mario Jorrat recibió el Premio Konex en la categoría Análisis Económico Aplicado. Este fue el segundo premio de esta naturaleza, ya que el profesor Elías lo había recibido en 1996, en el rubro Desarrollo Económico. A estos galardones a la trayectoria se le suman premios a diversos trabajos en competencias nacionales como el “Fulvio S. Pagani” de la Fundación ARCOR otorgado en 1999 a Ana María Cerro y a mí, el Premio Asociación Argentina de Economía Política a Investigadores Jóvenes a María José Granado en 2003, el Premio Joven Investigador en Economía Agraria y Aplicaciones de la Asociación Argentina de Economía Agraria a Gonzalo Pérez, Mauricio Talassino y Mariana Delgado Cordomí y el Premio Centenario Academia Nacional de Ciencias Económicas que recibí en 2014. El buen ejemplo de los docentes compitiendo y sometiéndose el veredicto de jurados cundió entre los alumnos que participaron asiduamente de certámenes en los que se premiaban trabajos de investigación. Así fue que en 1997 Roxana Giraldez obtuvo el Primer Premio de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) y una mención en el concurso del diario El Cronista Comercial; en 2009 Gustavo Ángel y Martin Luccioni ganaron el Premio Anual de Investigación Económica Raúl Prebisch del Banco Central de la República Argentina y Florencia Paz e Ignacio Sarmiento consiguieron el segundo lugar en la competencia organizada por el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata. En 2015 Mariana Kesteman Borges y Maximiliano San Millán resultaron vencedores del concurso de la Fundación Banco Municipal de Rosario, Santa Fe.

El aporte del Instituto de Economía a la investigación en la Facultad de Ciencias Económicas fue reconocido por la  Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) en los informes de 1994 y 2014. En los últimos 20 años los miembros del Instituto publicaron artículos académicos en revistas con referato de primer nivel y generaron conocimiento que se divulgó en forma de libros, capítulos en libros, conferencias, paneles.

El desarrollo de un ambiente favorable a la investigación depende crucialmente de una masa crítica de docentes con dedicación exclusiva y con formación de posgrado. Es por ello que en términos de organización interna, desde la creación del Instituto predominaron, con mayor o menor rigor, un par de reglas no escritas en la definición de concursos docentes: (1) para aspirar a profesor titular, asociado o adjunto es menester tener una formación de maestría o doctorado en centros académicos de excelencia; (2) para trabajar con dedicación exclusiva es absolutamente relevante comandar o formar parte de un programa de investigación que publique sus resultados en ámbitos que posean el referato de pares. En otras palabras, no alcanza con formar parte de una nómina de investigadores, es central mostrar producción relevante.

La evolución de la utopía

Las carreras y los institutos de investigaciones en economía suelen erigirse y prosperar en grandes centros urbanos, muy bien conectados con el mundo desarrollado, al abrigo de un financiamiento generoso. El Tucumán de finales de la década de 1950 estaba lejos de cumplir con esas condiciones. Construir una escuela de Economía de excelencia en un mundo de lazos postales, en una ciudad distante a unas 16 horas por ruta y a casi 24 en tren de Buenos Aires, y con unos pocos vuelos mensuales que la conectaran con la Capital Federal, se parecía bastante a una utopía. Pero un grupo de apasionados, disciplinados y talentosos la hizo realidad. Y nos la legaron. Me gusta pensar, sin embargo,  que las utopías no se alcanzan sino que se transforman. Ahora tenemos la misión de mantener un Instituto competitivo en un mundo con internet de alta velocidad, de apabullante avance de la inteligencia artificial y con una universidad con algunas reglas perversas y otras ausentes. El escenario es otro, la utopía simplemente evolucionó.

[1] Agradezco las observaciones que me hicieron llegar Ana María Cerro, Santiago Foguet, María José Granado y María Cristina Leguizamón. Naturalmente, cualquier error u omisión es de mi exclusiva responsabilidad.

Nuestros Directores de Instituto

Tabla elaborada por el Profesor Cordomí

NOMBRE Y APELLIDO RESOLUCIÓN TITULO UNIVERSIDAD PERIODO
RAMON M. SEOANE

RAMON M. SEOANE

Nº1211-135-47 Nº 009-952 DR. EN C. ECONÓMICAS(1947)

DR. EN C. ECONÓMICAS 1947)

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

01-01-1948 a 11-01-1952

14-01-1952 a 01-04-1955

ANTONIO FORNS Nº 257-955 DR. EN C. POL. Y EC.(1954) UNIVERS.  DE MADRID. ESPAÑA. 01-04-1955 a 03-12-1957
ADOLFO C. DIZ   (*) Contratado MASTER OF ARTS (1957) UNIVERSITY OF CHICAGO. EE.UU. 01-03-1959 a 31-07-1965
VICTOR J. ELIAS Nº 118-965 MASTER OF ARTS (1964) UNIVERSITY OF CHICAGO. EE.UU. 01-08-1965 a 17-03-1970
MANUEL L. CORDOMÍ Nº   80-970 DR. OF PHILOSOPHY (1969) UNIVERSITY OF CHICAGO. EE.UU. 17-03-1970 a 01-03-1979
VALERIANO F. GARCÍA Nº 279-978 DR. OF PHILOSOPHY (1973) UNIVERSITY OF CHICAGO. EE.UU. 01-03-1979 a 01-03-1981
CARLOS A. PUCCI Nº 529-980 MASTER OF ARTS (1972) UNIVERSITY OF CHICAGO. EE.UU. 01-03-1981 a 12-03-1985
JUAN M. JORRAT Nº   68-985 MASTER OF ARTS ( 1974) OHIO STATE UNIVERSITY. EE.UU. 12-03-1985 a 19-06-1987
ERNESTO R. CERRO Nº   84-987 DR. EN C. ECONOMICAS (1956) UNIVERS. NAC. DE TUCUMÁN 19-06-1987 a 30-12-1993
SANTIAGO A. MIRAGLIA Nº 532-993 MASTER OF ARTS (1975) OHIO STATE UNIVERSITY, EE.UU. 30-12-1993 a 16-12-1996
MANUEL L. CORDOMÍ Nº 442-996 DR. OF PHILOSOPHY (1969) UNIVERSITY OF CHICAGO, EE.UU. 16-12-1996 a 30-08-1999
OSVALDO MELONI Nº 198-999 MASTER OF ARTS (1989) UNIVERSITY OF CALIF. L.A., EE.UU 30-08-1999 a 19-10-2005
SANTIAGO A. MIRAGLIA Nº 269-005 MASTER OF ARTS (1975) OHIO STATE UNIVERSITY, EE.UU. 19-10-2005 a 14-09-2009
ANA MARÍA CERRO

ANA MARÍA CERRO

Nº 208-009

Nº 066-012

DR. EN C. ECONÓMICAS (2006)

DR. EN C. ECONÓMICAS (2006)

UNIVERS. NAC. DE TUCUMÁN

UNIVERS. NAC. DE TUCUMÁN

15-09-2009 a 26-03-2012

27-03-2012 a 08-04-2015

OSVALDO MELONI Nº 084-015 DOCTOR EN ECONOMÍA(2010) UNIVERSIDAD DE SAN ANDRÉS 09-04-2015 a 20-04-2017
VÍCTOR DANIEL IAJYA Nº 157-017 MASTER OF SCIENCE (2003) UNIV. DE WISCONSIN-MADISON., EE.UU 21-04-2017 a 31-03-2019
GUSTAVO FEDERICO WALLBERG N° 112-019 LICENCIADO EN ECONOMIA (1991) UNIVERS. NAC. DE TUCUMÁN 01-04-2019 a 19-10-2021
JOSE JAVIER BERCOFF N° 407-021 DR. EN HISTORIA ECONÓMICA (2019) UNIV. CARLOS III, MADRID. ESPAÑA 20-10-2021 a 31-03-2023