Por José Luis Jiménez, facultad de Ciencias Económicas.-
Este aislamiento social me da la oportunidad de pasar más tiempo con mi familia. Durante estos días hacemos las cosas de siempre, pero con otra intensidad, otro espíritu, otra energía, otras ganas y otra predisposición. La convivencia implica algo más que estar juntos en los mismos lugares. La convivencia implica otros modos de estar, de compartir, de escuchar. Toda conversación en familia es importante para reflexionar en este tiempo de aislamiento; sobre todo para pensar que el aislamiento no es igual para todos.
Existen sectores para los que estar en casa durante 15 días es mucho más complejo, cuando el grupo familiar es de seis o más personas y los espacios muy reducidos y en condiciones precarias de habitabilidad, con muy poco esparcimiento. También para quienes abastecerse de alimentos para varios días es imposible, cuando por lo general no pueden completar dos comidas diarias. Trabajar desde su casa es imposible para alguien que vive de “changas” o trabaja en condiciones precarizadas. Es ahí donde tenemos que acompañar; y, considero que en esa dirección son las últimas medidas tanto a nivel nacional como provincial.
Por otro lado, en este aislamiento y gracias a la tecnología, desde la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán asumimos un gran desafío y continuamos trabajando. Logramos dar inicio al ciclo lectivo 2020 en forma virtual, un gran desafío para nuestros docentes, que con mucho esfuerzo y responsabilidad nos permiten acompañar a nuestros estudiantes en este contexto.
En cuanto a la sociedad, debe comprender que los países que están ganando la batalla son aquellos que no subestiman la pandemia y actúan en forma colectiva, con ciudadanos que se cuidan unos a otros. Las medidas van a ser eficaces si las llevamos adelante entre todos.
Nos espera, cuando pase esta pandemia, una crisis económica que tendremos que resolver de la mejor forma posible utilizando nuestra inteligencia, aptitudes y actitudes. La recuperación total de nuestra economía llevará tiempo y la profundidad del daño dependerá de cuánto se prolongue la cuarentena.
La crisis pasará, y ojalá que lo que deje nos permita convertirnos en personas más humildes, responsables y con más empatía. Asimismo, como sociedad deberemos tener más solidaridad con los que están en situación de vulnerabilidad.