Compartimos una crónica sobre Lucrecia Jordanoff, alumna de nuestra Facultad

Foto publicada por La Gaceta

Lucrecia Jordanoff, una chica lanzada a la aventura de vivir

Su pie izquierdo le basta para andar por el mundo.

– De esta manera presenta el diario La Gaceta, la historia de Lucrecia Jordanoff, alumna de la Licenciatura en Administración de nuestra Facultad.

y continúa:

“¡Ay Dios mío…!”

El grito retumba en el quirófano helado. Los ojos se desorbitan por encima de los barbijos. Silencio. La anestesia está haciendo efecto.

En su habitación, Lucrecia Jordanoff teje apresurada una manta que le regalará a su ahijada recién nacida. Está sentada frente a su cama, con el colchón en el piso, a la altura de los pies. Con los dedos en pinza sostiene la aguja de crochet que ingresa con precisión de orfebre para recoger el hilo enrollado en el dedo gordo del otro pie. Ya ha tejido un almohadón, un par de escarpines y un gorrito. Pero tiene que moderarse. Muchas horas con la mirada hacia abajo le hace doler la espalda. Ha perdido la elasticidad desde que le implantaron una prótesis de titanio en la columna, para corregir su postura. Hasta 2010 podía cepillarse el pelo y los dientes sin problemas…

Fernanda Barrionuevo acostumbró a su hija a acomodar su habitación desde que era chiquita. Ahora tiene 26 años y no se salva de las tareas domésticas, aunque trabaja fuera de casa todos los días (en la oficina de Ceremonial y Protocolo de la Legislatura) y estudia en la Universidad Nacional de Tucumán la carrera de Administración de Empresas, en la Quinta Agronómica. Los sábados enseña catecismo en la capilla de su barrio, Villa Carmela. Además, se gana sus propios ingresos como profesora de matemática particular.

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